El abogado cubanoamericano Mauricio Claver-Carone, principal estratega del reforzamiento de sanciones a Cuba durante la administración de Donald Trump, dejaría en breve sus funciones en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) para ocupar un importante puesto financiero en Estados Unidos.
De acuerdo con fuentes cercanas a la Casa Blanca, Claver-Carone está propuesto para desempeñar la vicepresidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo que determinaría su salida del cargo de director de Asuntos Latinoamericanos del NSC. El anuncio oficial podría hacerse efectivo en las próximas semanas.
La noticia comenzó a circular desde la pasada semana en los círculos políticos y financieros de Washington, con un adelanto de la agencia Bloomberg. CiberCuba confirmó la versión noticiosa a través de un alto funcionario gubernamental.
"Es un nombramiento importantísimo en un puesto fundamental para impulsar la cooperación de nuestro país en Latinoamérica", dijo la fuente, que pidió no ser identificada. "Por su trayectoria, Mauricio [Claver-Carone] es la persona adecuada y la decisión está prácticamente hecha".
El BID, con sede en Washington, es la principal institución de desarrollo dedicada a América Latina y el Caribe, y está dedicada a facilitar préstamos y asistencia técnica a países con dificultades de infraestructura y carencias económicas. Es tradición de la entidad que su presidente provenga de un país latinoamericano o caribeño, mientras que Estados Unidos designa al vicepresidente ejecutivo.
La entidad bancaria también deberá tener un nuevo presidente para octubre y el proceso de selección se abrirá en los próximos meses. El actual presidente del BID, Luis Alberto Moreno, ex embajador de Colombia en Estados Unidos, ha permanecido en el cargo desde 2005 durante tres mandatos consecutivos de cinco años.
Un portavoz de la oficina del BID en Washington declinó comentar sobre el asunto. Claver-Carone no respondió mensajes de CiberCuba con interrogantes sobre el eventual nombramiento.
De cualquier forma, la posible partida de Claver-Carone del NSC apartaría de la Casa Blanca a una figura determinante en el giro de la política hacia Cuba y en la implementación de medidas para reforzar el embargo a la isla durante los últimos tres años.
A la vez, el abogado cubanoamericano ha sido un duro crítico del régimen de Nicolás Maduro, y sus esfuerzos han estado dirigidos a tensar el cerco económico y financiero sobre Venezuela como parte de una estrategia para estrangular la cooperación entre Caracas y La Habana.
El pasado diciembre, Claver-Carone protagonizó un incidente diplomático en Argentina como enviado especial de la Casa Blanca a la toma de posesión del presidente Alberto Fernández. El asesor de Trump se retiró de la ceremonia de investidura y no acudió a las reuniones de trabajo que estaban previstas debido a la presencia de altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro en la asunción presidencial, pero posteriormente el representante del Departamento de Estado, Michael Kozac, sostuvo un encuentro cordial con Fernández.
Claver-Carone se desempeña como directivo de Asuntos Hemisféricos en el NSC desde septiembre de 2018. No está claro si su partida del cargo está vinculada a discrepancias con la marcha de la política hacia Venezuela, luego del despido del asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, el pasado septiembre. Bolton y Claver-Carone eran cercanos colaboradores, y coincidían en el enfoque para lidiar con Maduro y propiciar un cambio democrático en el país suramericano.
Pero todos los indicios apuntan a que el presidente Donald Trump está contrariado por el estancamiento de la situación venezolana y la permanencia de Maduro en el poder, sin vislumbrarse una solución a la prolongada crisis humanitaria y la incertidumbre política que vive el país.
El cargo para el que estaría postulado Claver-Carone es ocupado actualmente de manera interina por John Scott, un veterano empleado del BID. Scott asumió la responsabilidad tras la muerte de Brian O'Neill, ex directivo del Departamento del Tesoro, el pasado diciembre.
Las credenciales del presunto candidato al puesto no podrían ser más apropiadas. Graduado de Leyes por la Universidad Georgetown, en Washington, Claver-Carone fue director ejecutivo del comité de acción política US-Cuba Democracy, un grupo de cabildeo en el Congreso contra la flexibilización del embargo y los vínculos con el régimen cubano.
Se desempeñó también como asesor principal de Asuntos Internacionales en el Departamento del Tesoro y luego como director ejecutivo de la representación de Estados Unidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fue un severo crítico de la política de deshielo del presidente Barack Obama (2009-2017) hacia Cuba y se sumó a la campaña presidencial de Trump. Tras su elección en noviembre de 2016, el presidente lo incluyó en el equipo encargado de organizar el transición de poder desde el Departamento del Tesoro.
¿Nombrará Trump un representante especial para Cuba?
La eventual partida de Claver-Carone del círculo cercano de Trump ha generado consideraciones sobre la posibilidad de que la administración nombre un representante especial para Cuba, con similares funciones a las designadas al diplomático Elliott Abrams para el caso de Venezuela.
Al menos dos fuentes relacionadas con la Casa Blanca y el Departamento de Estado dijeron a CiberCuba que la propuesta ha sido mencionada de manera informal en varias ocasiones, pero no ha habido ninguna determinación al respecto.
John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, con sede en Nueva York, cree que para la administración Trump la identificación de los "vínculos verificables" de supervivencia entre regímenes de Caracas y La Habana, no debe ser razón para asignar un representante con misiones específicas en el caso cubano.
"Si se producen cambios en Venezuela o se genera una crisis económica y comercial en Cuba por un posible cese de los suministros de petróleo, hay cuestiones inmediatas que ameritan un trato diferenciado y rápido de la administración", dijo Kavulich en entrevista con CiberCuba. "La lógica apoyaría el nombramiento de un Representante Especial para Cuba".
En enero de 2019, el Departamento de Estado nombró a Abrams como Representante Especial de Estados Unidos para Venezuela. En los círculos políticos de Washington se especula si debe haber un representante para Cuba tratándose de una triangulación del conflicto, y no uno con dos carteras.
"Lo más importante es que el Representante Especial para Cuba sea nombrado por la Casa Blanca e informe directamente al presidente Trump en lugar de informar al Departamento de Estado", opinó Kavulich. "Eso daría una seriedad para las discusiones directas en función de resolver los asuntos, particularmente los intratables... Y debe designarse a una persona que hace tratos. Un negociador".
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