Los centros asistenciales de la ciudad de Santiago de Cuba advierten de un alza en los casos de pacientes afectados por escabiosis o sarna, enfermedad que aumenta su incidencia en la población cuando existe deterioro de los hábitos higiénicos y sanitarios.
Cuando la situación de la escasez del jabón arrecia, especialmente en las tiendas en CUP, hay una tendencia al aumento de diversas enfermedades, especialmente la sarna o escabiosis que, aunque se presenta en personas de cualquier edad o estrato social, preocupa su incidencia entre niños.
“Hemos advertido que en los últimos meses están aumentando los casos de sarna que llegan hasta el médico de la familia, incluso estamos reportando más casos de sarna que de dengue, y lo más preocupante es el incremento de los casos de niños afectados. Estos tienden a tener más contacto físico entre ellos y no advierten, por ejemplo, las lesiones en la piel”, detalla un galeno del nivel primario de salud, quien prefiere el anonimato.
Al doctor le preocupa la falta de conocimiento de las educadoras en los círculos infantiles, aunque en cada uno debe existir al menos un enfermero. En un solo día se detectaron 12 nuevos casos de sarna, "de ellos más de la mitad son niños menores de cinco años”, señala.
“Cuando analizas las condiciones de vida, la higiene personal y colectiva del núcleo familiar, estado de la vivienda, etc., te percatas que muchas veces se corresponde a casos de personas con bajos ingresos, o familias que viven en hacinamiento. Es preocupante descubrir al interior de la ciudad que lo mismo viven en un cuarto 5 personas y un perro, que una mamá con tres muchachos, y la higiene no está a la orden del día”, agrega el experto.
El problema, según el galeno, se agrava no solo por la escasez de productos de higiene personal como el jabón, sino que muchas veces al interior de hogares humildes no se invierte en otras sustancias, como desinfectantes y el detergente, que se desaparecen de vez en cuando.
“Les digo a los pacientes que hay que cambiar sistemáticamente la ropa de cama, por ejemplo, y desinfectarla, lavarla, y me miran con tremenda cara, y yo sé lo que me quieren decir, es imposible lavar una sábana todos los días cuando conseguir detergente en las tiendas recaudadoras de divisa es como cazar una presa veloz y escurridiza”, añade.
El otro lado de la moneda es la escasez de medicamentos. Muchos a duras penas recuerdan en la actualidad el lindano, un fármaco que hace años no se usa en los hogares cubanos para esta y otras afecciones.
“Lo que mandamos es permetrina, un buen insecticida y repelente, pero es si lo encuentras en la farmacia, pues en estos tiempos casi no hay. El aumento de la sarna en adultos y niños no se debe a la escasez de medicamentos, pero sin dudas la ausencia de estos dificulta el tratamiento”, opina el galeno.
La solución, para los bolsillos holgados, está en buscar medicamentos en el creciente mercado informal de fármacos, siendo la permetrina uno de los más perseguidos.
Quienes no pueden acceder a estos fármacos, cuyos precios son bastante prohibitivos, no les queda más remedio que, además de las medidas higiénicas que se orientan, usar los viejos fitofármacos de siempre, como el uso de la escoba amarga y el cundeamor, entre otros.
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