Hasta tres días puede resistir el coronavirus en superficies de plástico y acero inoxidable. En cambio, es menos duradero en papel y cartón, aunque puede superar las 24 horas en estos soportes.
Esta es la razón de que el virus pueda expandirse entre la población al alojarse en picaportes metálicos, teclados de ordenadores, paredes de los medios de transporte, utensilios para comer, etcétera.
Estos datos fueron conocidos en un estudio publicado en el New England Journal of Medicine. El equipo científico que lo desarrolló asegura que el patógeno tiene una vida media de tres horas en el aire tras ser expulsado por la tos o estornudos.
Las pequeñas gotas suelen tener entre 1 y 5 micrómetros, lo que significa según el diario la Vanguardia ser 30 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano. Las gotas más gruesas se depositan antes en las superficies.
El estudio es muy útil para ratificar algunas medidas como la importancia de lavarse las manos con agua y jabón a conciencia. Limpiar con desinfectante los cierres de puertas, llaves, teclados, mesas de trabajo de modo frecuente.
En este sentido es importante destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que el uso de cloro y alcohol sobre el cuerpo humano no sirve para matar los virus que ya han entrado en el organismo.
Por el contrario, pulverizar estas sustancias sobre las personas puede causar daños a las mucosas (ojos, nariz, boca) y a la ropa. Es decir, el alcohol y el cloro pueden ser efectivos para limpiar superficies, pero no para usar sobre personas o mascotas.
La medida más efectiva es lavarse las manos con agua y jabón o utilizar gel hidroalcohólico.
La OMS asegura que tampoco valen las duchas calientes, ni los secadores de manos, ni las lámparas de luces ultravioleta. Otro bulo desmentido por la organización es aquel que hace pensar que no se contagia en países de clima cálido.
Las pruebas científicas indican que el virus de la COVID-19 se transmite en cualquier zona del planeta. No importa si es un clima cálido y húmedo, es imprescindible que quienes vivan en estas zonas cumplan las medidas de protección e higiene correspondientes.
El Gobierno de Cuba consideró durante mucho tiempo que este podía ser un factor a su favor para controlar el virus. Se compartió información en redes sociales en que se planteaba que no sobrevivía a 27 grados. Sin embargo, tales datos fueron desmentidos en poco tiempo por la comunidad científica.
A pesar de ello la gente pensó en Cuba que con exponerse al sol y beber abundante líquido era suficiente para controlarlo y no fue así. Ya se han diagnosticado más de 10 casos de coronavirus en Cuba.
El más reciente diagnosticado es un turista canadiense de 57 años que arribó a la isla el 14 de marzo. La detección de este paciente se realizó en un laboratorio molecular de Santiago de Cuba este miércoles.
La OMS y la comunidad científica internacional aseguran que la medida más importante para frenar el crecimiento de casos por coronavirus es el aislamiento social. Sin embargo, el gobierno de Cuba se niega hasta la actualidad a tomar medidas imprescindibles como el cierre de frontera.
La población continúa haciendo su vida cotidiana, colas, escuelas, trabajos, transporte público, etcétera. En el sector privado se advierte preocupación al respecto por lo que muchas cafeterías y paladares han cerrado sus servicios para evitar la propagación del virus por contacto social.
Las instituciones sanitarias en todo el mundo recuerdan como medida principal mantener una correcta higiene de las manos, y de las vías respiratorias. Desinfectar frecuentemente las áreas de trabajo y quedarse en casa el mayor tiempo posible para conseguir entre todos frenar la pandemia del coronavirus en el mundo.
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