El Gobierno de España decidió este domingo prorrogar 15 días más el estado de alarma, a causa de la crisis del coronavirus, medida que deberá aprobar posteriormente el Congreso de los Diputados.
La situación excepcional que vive el país desde el pasado 14 de marzo se extenderá hasta después de Semana Santa (4 al 13 de abril) y mantendrá en cuarentena a más de 47.1 millones de españoles, según datos del ejecutivo.
Sánchez mantuvo, además una videoconferencia con los presidentes de las 17 comunidades y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, enclaves españoles en el norte de Marruecos.
El anuncio se hizo luego que el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, compareciera en directo en televisión y advirtiera del “impacto de la ola más dura y dañina" al que se enfrenta el país.
La crisis pondrá al límite todas las capacidades materiales y morales de la nación, así como el temple de la sociedad española, dijo el presidente Sánchez.
La sede del Gobierno anunció en Twitter que de manera excepcional se prorroga durante 60 días la vigencia de los carnés de conducir que caduquen durante el estado de alarma y que los permisos de conducción extranjeros que hay que canjear a los seis meses mantienen su vigencia.
Este sábado España registró el mayor número de infectados y muertes a causa del COVID-19. Las cifras ascendieron a casi 5 mil nuevos casos y 324 decesos en solo 24 horas. Los datos colocan al país ibérico en el cuarto lugar de naciones más afectadas por la enfermedad respiratoria, detrás de China, Italia e Irán.
El Palacio de la Moncloa decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo, tras aumentar drásticamente los números de contagios y muertes por coronavirus. Esta medida se tomó bajo el amparo de la Constitución española y contó con el apoyo de la mayoría en el Congreso.
En tal sentido, el principal líder de la oposición, el presidente del Partido Popular Pablo Casado, garantizó su apoyo a la prórroga del estado de alarma. De este modo es posible que en la próxima sesión parlamentaria se apruebe la medida anunciada, incluso si no existiera el apoyo de los grupos nacionalistas aliados de Sánchez en otras propuestas políticas.
Los españoles tienen prohibida la libre circulación por las ciudades, salvo casos justificados, tiendas, restaurantes y bares permanecen cerrados, se aplicó el teletrabajo y trabajo a distancia como alternativa laboral, mientras que solo permanecen abiertos supermercados, farmacias, gasolineras y pequeños negocios para la venta de alimentos.
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