Las botellas de agua con hipoclorito se comienzan a ver en todas las puertas de instituciones, tiendas y empresas cubanas. Esta es una medida de prevención e higiene que se está volviendo frecuente y alcanza a muchos hogares como sustituto del agua con jabón.
Las imágenes comienzan a extenderse por las redes sociales y los comentarios van entre el asombro y la crítica severa, aunque es una medida conocida en Cuba pues hace unos años contribuyó a frenar el avance del cólera (2012), una enfermedad con un comportamiento muy diferente al coronavirus.
Muchas personas se sorprenden cuando llegan a los lugares y se encuentran cubos o palanganas con agua, incluso lo han compartido en la red social Twitter y los comentarios no han tardado en llegar.
No se trata de meter las manos en los cubos y palanganas para lavarse, sino de usarlos como repositorios para enjuagarte con la disolución de hipoclorito que contienen las botellas que suelen estar cerca.
La medida se cree que no tendrá la efectividad de epidemias anteriores, pero ayuda a mantener la higiene de las manos, un elemento esencial en la prevención del coronavirus.
Los cubanos deben tener mucho cuidado en estos tiempos con la ropa, pues las manchas con este producto no tienen una fácil solución. Actualmente muchas personas aseguran tener marcas en los zapatos, blusas, pantalones y camisas, por salpicaduras de agua con hipoclorito.
En algunas casas también se utiliza esta mezcla como sustituto al agua con jabón, por la carencia de productos de aseo en la isla. A veces se emplean disoluciones muy potentes que pueden ser dañinas, por la toxicidad del cloro.
Es importante en este sentido seguir las indicaciones de disolución del hipoclorito que ofrecen los especialistas. Añadir más cantidad de la que se recomienda, lejos de higienizar mejor puede resultar perjudicial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el uso de estas disoluciones de cloro sobre las personas puede provocar otras afecciones, fundamentalmente en las mucosas y de tipo alérgicas.
El cloro tiene una alta demanda en estos momentos en Cuba y en el mundo, pues se utiliza en diferentes disoluciones para higienizar áreas de trabajo, hogares, medios de transporte, juguetes y todo tipo de superficies, pero se debe emplear con sumo cuidado.
El Ministerio de Comercio Interior de Cuba (MINCIN) hizo públicas este lunes un grupo de medidas para evitar la propagación del coronavirus. Entre ellas están los "pomos con hipoclorito de sodio al 1 % y depósitos de agua para el lavado de las manos en baños públicos".
Además, anunció que venderá un litro de cloro por núcleo familiar en diferentes puntos del país. La comercialización del producto se hará de manera controlada y al precio de un peso, por ser imprescindible para enfrentar la crisis del coronavirus en Cuba.
Los primeros puntos de venta que el MINCIN dio a conocer en un listado se encuentran en las provincias de La Habana, Pinar del Río y Mayabeque. El organismo se compromete a hacer pública la información de las ventas en el resto del país.
Sin embargo, para adquirir el hipoclorito los cubanos tienen que hacer largas colas a riesgo a contagiarse mientras buscan una solución que los proteja. La propuesta de las instituciones es que las personas se distancien durante la espera para acceder a las tiendas.
La ministra cubana de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, aseguró en febrero que los productos de aseo personal seguirán escaseando en Cuba hasta el mes de abril, etapa en la que preveían estabilizar la producción.
Desde hace más de un año Cuba presenta irregularidades en la producción de jabón y detergentes, elementos muy necesarios para mantener una correcta higiene. La nueva medida en este sentido es normar los productos para que toda la población pueda tener acceso a ellos.
Ya son 40 las personas diagnosticadas de coronavirus en Cuba, de las cuales tres permanecen en estado de grave, según la información que ofreció este lunes el Ministerio de Salud Pública.
En el contexto actual la única solución para la higiene posible parece ser el hipoclorito, por lo que habrá que adaptarse a su uso y hacerlo de la manera más saludable y cuidadosa posible.
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