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La emergencia sanitaria derivada del COVID-19 ha forzado a las directivas de FC Barcelona y Espanyol a implementar un expediente de regulación temporal de empleo para sus jugadores y personal no deportivo.
La cúpula azulgrana y los futbolistas del club no lograron ponerse de acuerdo en cuanto a la rebaja salarial de la plantilla, ante lo cual el presidente Josep María Bartomeu y su grupo de trabajo determinaron poner en práctica un ERTE que se aplicará independientemente de que se llegue o no a un acuerdo con los jugadores.
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En el comunicado emitido por el Barcelona se manifiesta “la necesidad de implementar medidas de adaptación de las obligaciones contractuales del personal del Club a las nuevas, y transitorias, circunstancias que estamos viviendo”.
Lógicamente orientado a minimizar el impacto económico que la crisis del coronavirus, el Barça reducirá la jornada laboral e impondrá una reducción de salarios a todos los niveles del club.
Recientemente, Bartomeu había aclarado la imposibilidad de cubrir el presupuesto de la temporada, lo cual conducía de modo inevitable a un recorte en las fichas de los futbolistas.
El otro club catalán en Primera División, el Espanyol, también emitió un comunicado explicando la necesidad de aplicar esta medida.
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