Estados Unidos tiene ya más de 105 mil casos de coronavirus confirmados en su territorio, con lo que supera a China, Italia y a cualquier otro país en el número de contagios, mientras que las víctimas mortales llegaron a 1581, según datos de la Universidad John Hopkins.
En un país de 329 millones de habitantes, la ratio de incidencia es aún más baja que otros países europeos como España o Italia. Sin embargo, el ritmo de aumento preocupa a las autoridades.
Aunque más de la mitad de los ciudadanos se han sometido a diferentes grados de confinamiento, las leyes norteamericanas confieren a cada estado un margen para actuar por su cuenta, en función en la gravedad de la situación en su territorio.
Según las más recientes estadísticas, Nueva York es el estado que concentra al mayor número de pacientes con 25 mil 573 casos. Tanto allí como en California se ha pedido a los ciudadanos que se encierren en casa todo lo posible.
Otros estados, como Maryland y Kentucky, han cerrado los negocios no básicos, pero han evitado ordenar la cuarentena obligatoria.
Texas, que tiene una población de 30 millones, también ha evitado los mandatos generales y ha dejado la decisión en manos de los condados.
En Mississippi se han limitado a cerrar los “negocios no esenciales”, excluyendo de éstos a bares y restaurantes.
“EE UU nunca será China”, argumentó el gobernador, Tate Reeves, el pasado lunes. Sin embargo, la situación empieza a ser crítica en lugares como Nueva Orleans, donde la propagación del virus fue ayer de un 40%, y donde hay ya 57 muertos reportados.
En cuanto al número total de fallecidos, Estados Unidos ya rebasó la barrera de los mil, al registrar 1.581 víctimas mortales. La cifra de personas dadas de alta, 869 según los datos de la Universidad John Hopkins, sigue siendo muy baja comparada con el número total de casos.
Este viernes, el presidente norteamericano Donald Trump, que la semana pasada intentó transmitir un mensaje de optimismo, dio una conferencia de prensa donde habló sobre las acciones recientes del gobierno para detener la propagación del virus y fomentar una veloz recuperación tras el paso de la pandemia.
Entre las medidas está la firma de un decreto que aprueba un estímulo fiscal de más de dos mil millones de dólares para contener el impacto económico.
A pesar de estas medidas reactivas, existe el temor de que sitios como la ciudad de Nueva York sean víctimas de una propagación mucho mayor del virus que la registrada en Wuhan, primer epicentro del contagio mundial del coronavirus.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: