Cien creadores o especialistas estrechamente relacionados con el cine cubano, ya fueran cineastas, críticos e historiadores, decidieron responder al llamado de la Cinemateca de Cuba para seleccionar lo mejor de la producción cinematográfica nacional, con motivo de la conmemoración de los 60 años de la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC.
Lo curioso que tuvo esta encuesta es que, además de presentar los resultados sobre los mejores diez o veinte filmes de ficción, documentales y animados, ofrecía igual una relación sobre las obras con mejor fotografía, edición, etcétera.
En este texto nos concentramos en los resultados sobre las películas mejor fotografiadas, según la encuesta, y los títulos elegidos conforman nuestra propuesta para volver a ver, en tiempos de cuarentena, para volver a disfrutar con las imágenes pasadas y presentes de un país llamado Cuba, cuya esencia late en los miles de fotogramas que conforman estas películas:
1. Lucía (1968) destronó a Memorias del subdesarrollo en el primer lugar de esta encuesta respecto a las películas cubanas mejor fotografiadas. En bellísimas imágenes, tomadas por Jorge Herrera, se recrea el pasado colonial (Trinidad, la Guerra de Independencia), la República (Cienfuegos, los años treinta) y la Cuba sesentera y rural, del trabajo voluntario y las guajiras sensuales y combativas.
2. El contraste entre una Cuba revolucionaria y la de antes de la Revolución, el conflicto del mundo burgués habanero y de El Vedado, que se negaba a integrarse, está en las imágenes de Ramón F. Suárez para Memorias del subdesarrollo (1968) dirigida por Tomás Gutiérrez Alea.
3. Viñales, la Cuba rural, la religiosidad popular, el mundo del espiritismo y también el de las supersticiones, se expresan con belleza, y a todo color, mediante Jorge Herrera, en Los días del agua (1972).
4. Cada vez que se quiere hablar con imágenes de la gesta mambisa y de la lucha contra el colonialismo se echa mano a la secuencia épica de Lucía, o las secuencias cámara en mano, estilo noticiero, de La primera carga al machete (1969) fotografiada también por Jorge Herrera.
5. Y si son tres los títulos seleccionados por la encuesta que corresponden a Jorge Herrera, Raúl Pérez Ureta aparece con cuatro filmes, el primero de ellos es Papeles secundarios (1989) modelo de fotografía barroca, expresionista, claustrofóbica.
6. Suite Habana (2003) significa la confluencia entre el espíritu preciosista de Pérez Ureta y la voluntad de Fernando Pérez por hacer un documental sobre un día en la vida de 15 habaneros. Muchas de sus imágenes forman parte ya del inconsciente colectivo.
7. José Martí, el ojo del canario (2010) se arriesga a retratar La Habana del Martí niño y adolescente, y consigue la hazaña de aportar nuevos símbolos a la historia del más grande de todos los cubanos.
8. Tres personajes: un marginal, una bailarina y una trabajadora social se mueven entre el Malecón, Centro Habana y la Plaza de la Revolución, en esa antología de imágenes sobre la capital en los tiempos del Periodo Especial que es La vida es silbar (1998) también realizada por el dúo Fernando Pérez- Raúl Pérez Ureta.
9. Livio Delgado es sin dudas el gran fotógrafo que recreó La Habana colonial en Cecilia (1982) y El siglo de las luces (1992) y luego, la República, en Un hombre de éxito (1986). Es fascinante su habilidad para reproducir las épocas mediante las imágenes de su cámara, en alianza con la sensibilidad de Humberto Solás como director.
10. De los fotógrafos más jóvenes solo fue considerado digno de entrar en esta selección, Luis Najmías Jr por las imágenes de La edad de la peseta (2004), hermosa recreación de los años cincuenta. La dirección de arte, a cargo de Vivian del Valle, también ganó un lugar destacado en esta encuesta, pero entre los filmes con mejor escenografía y ambientación.
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