Los centros de la mercantil Artex, S.A., en Matanzas, adaptaron sus planes de venta de comida elaborada a la población y mantienen activo el servicio de restaurantes, según las nuevas disposiciones del gobierno en medio de la epidemia de coronavirus en Cuba.
El gerente de los centros culturales de Artex en la provincia, Julio César Carmona Dájer, informó que la venta se adaptó a una nueva modalidad a través de tablets para facilitar el acceso de la población a otro tipo de ofertas gastronómicas, según un reporte del periódico local Girón.
La nueva modalidad incluye la venta de un almuerzo/comida completo "compuesto por arroz, ensalada y vianda, y pueden estar acompañados de croqueta, perro caliente, hamburguesa, picadillo o muslo de pollo curado y los precios oscilan entre 20 y 25 pesos”, señaló el directivo.
Dijo que las ofertas se entregan en "cajitas" o en los envases que lleve la población, y se comercializan en los centros culturales de la cabecera provincial Las Palmas, La Salsa y Brisas del Mar.
En esos centros, además, se mantiene el servicio de restaurante, detalló.
Asimismo, en algunos establecimientos de Matanzas como la Sala White, Entre Puentes, La Salsa de los Cocodrilos, Atenas de Cuba y Guanima, continúa la venta de pizzas, spaghettis, y croquetas de pescado, pollo y beicon, informó Carmona Dájer.
La elaboración de la comida cumple con las medidas higiénico-sanitarias contra el COVID-19, y forma parte de las estrategias de la provincia para acercar los alimentos a los ciudadanos, en tiempos en que es preciso el distanciamiento social.
Aunque las autoridades del país explicaron que se incrementaría la venta de comida a domicilio; Carmona Dájer señaló que ese servicio aún es limitado a aquellos a los que se les dificulte el traslado hacia el centro de Artex más cercano.
El 23 de marzo, el gobierno cubano anunció nuevas medidas encaminadas a promover el aislamiento social y contener la propagación del coronavirus en el país, donde hay 136 casos con confirmados de la enfermedad y tres fallecidos.
Entre las medidas adoptadas para remediar las aglomeraciones ocasionadas por la venta de alimentos, estaban que los bares y restaurantes funcionarían con limitaciones, y en toda actividad comercial se debía guardar un metro de distancia entre los clientes. De no cumplirse estas recomendaciones los locales serían cerrados, subrayó el primer ministro cubano Manuel Marrero.
Agregó que se regularía la venta de varios productos en el país para evitar el acaparamiento y la aglomeración de personas y que se había identificado la venta de productos como los mayores causantes de las colas o filas.
Sin embargo, varias denuncias en redes sociales indican que los cubanos continúan haciendo colas en la isla para adquirir productos alimentarios, a pesar de los riesgos que el COVID-19 implica para su salud.
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó este domingo 20 nuevos pacientes de coronavirus en Cuba, lo que eleva la cifra total a 139 casos. En total han sido diagnosticados positivos 69 hombres y 70 mujeres.
Ante la creciente cifra de contagios, varios cubanos insisten a sus vecinos y familiares quedarse en casa, pero la escasez de alimentos los obliga a salir y a someterse a las largas filas bajo el sol para adquirir algún producto.
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