SÍDNEY, 2 abr (Reuters) - La agencia científica nacional de Australia dijo el jueves que ha comenzado la primera etapa de ensayos para posibles vacunas contra el COVID-19, sumándose a la carrera mundial para detener la pandemia de coronavirus.
Las pruebas preclínicas de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), que consisten en inyectar a hurones dos posibles vacunas, se están llevando a cabo en sus instalaciones de bioseguridad de alta contención cerca de Melbourne.
Las pruebas de la primera fase durarían unos tres meses, dijo a Reuters el director de salud de CSIRO, Rob Grenfell, que añadió que la vacuna resultante no estaría disponible para la población hasta bien entrado el año que viene.
"Seguimos ateniéndonos a un calendario optimista de 18 meses para la entrega de la vacuna a la población en general", dijo Grenfell desde Melbourne en una entrevista a través de Skype. "Dicho esto, por supuesto puede cambiar. Hay un montón de desafíos técnicos que tenemos que superar".
Grenfell dijo que los científicos estaban trabajando a un ritmo "notable", llegando a la etapa de pruebas preclínicas en unas ocho semanas, un proceso que suele tardar hasta dos años.
Más de 850.000 personas se han infectado con el nuevo coronavirus en 207 países y territorios, matando a más de 42.000. Australia ha registrado alrededor de 5.200 casos y 24 muertes.
Grenfell dijo que es previsible que las pruebas en humanos de una de las dos candidatas a vacuna que se están probando comiencen a finales de este mes o principios del próximo.
CSIRO dijo que las pruebas abarcarían tanto la eficacia como la evaluación de la mejor manera de administrar la vacuna para una mejor protección, incluyendo una inyección intramuscular y un espray nasal.
CSIRO fue la primera organización de investigación fuera de China que desarrolló con éxito una versión de laboratorio del virus para permitir estudios preclínicos sobre el COVID-19.
En febrero, confirmó que los hurones reaccionaron al coronavirus al compartir con los humanos un receptor particular en sus células respiratorias al que se une el virus.
"Si podemos detener la unión del virus a los receptores del hurón en el sistema respiratorio, hay una gran posibilidad de que (la vacuna) funcione en los humanos", dijo Grenfell.
Según las informaciones difundidas públicamente, la estadounidense Moderna Inc es la entidad que más cerca está de las pruebas con humanos, tras anunciar planes para iniciar una prueba en Seattle el mes pasado.
El Gobierno de Estados Unidos ha cerrado acuerdos con Moderna y Johnson & Johnson, y está en conversaciones con al menos otras dos compañías, para producir cantidades masivas de vacunas.
Israel ha comenzado a probar un prototipo de vacuna COVID-19 en roedores en su laboratorio de defensa bioquímica, según dijo el martes a Reuters una fuentes consultada.
En Australia, miles de trabajadores sanitarios iniciaron la semana pasada en un ensayo para ver si una vacuna centenaria para la tuberculosis puede combatir el nuevo coronavirus.
(Información de Jill Gralow y Swati Pandey; traducido por Tomás Cobos)
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