Las peluquerías y los salones de belleza de Florida continuarán cerrados esta semana, mientras que los restaurantes y las tiendas minoristas ya podrán abrir sus puertas a partir del lunes, gracias a un programa de desescalada impuesto por el gobernador Ron DeSantis, que excluyó también a escuelas, cines, bares y gimnasios.
DeSantis se reunió el pasado sábado por la tarde con barberos y estilistas, quienes le explicaron las medidas de seguridad que han ideado para volver a abrir sus negocios de forma segura.
Pero el dirigente republicano se mantuvo firme y cauteloso a la vez, diciendo que se necesita confirmar la máxima seguridad tanto de los empleados como de los clientes, antes de autorizar la apertura de los negocios de aseo personal.
“Durante todo este tiempo, he dicho que preferiría hacerlo bien que hacerlo rápido. No significa que vamos a cruzarnos de brazos. Pero solo queremos ser muy minuciosos acerca de cómo lo estamos haciendo”, dijo.
“… tener pequeñas empresas saludables es importante para poder combatir cualquier problema de salud porque, si la sociedad no funciona, nuestra capacidad para lidiar con esto no será tan fuerte”, añadió.
DeSantis y el alcalde del condado de Orange, Jerry Demings, departieron en el salón de belleza Ohsooojazzy, situado en la ciudad de Orlando, con miembros de la Fuerza de Tarea de Recuperación Económica del territorio, creada por el propio Demings.
Los cosmetólogos argumentaron que limitarán el número de clientes dentro de los locales y tratarán de programar horarios exclusivos para atender a los más vulnerables al coronavirus, como los ancianos y las personas con padecimientos de salud.
Además, los dueños de los establecimientos cuentan con desinfectante de manos suficiente para trabajadores y clientes, y ya retiraron de la vista aquellos artículos que se pueden tocar, como los recipientes de caramelos.
Otros plantearon que exigirán a los usuarios que usen máscaras y que esperen en sus autos antes de sus citas, así como no permitirles tocar las muestras que están en exposición.
Incluso algunos, como la propia Nadine Armstrong-Tarpley, propietaria del Ohsooojazzy, han adquirido capas desechables para empleados y visitantes.
Mayleen Sepúlveda, dueña de Oasis Salon & Spa, en West Palm Beach, reveló que desde antes de la cuarentena obligatoria, su salón había limitado su horario para mantener la seguridad de sus clientes.
“Extraño a mis clientes. Tratamos de estar en contacto con ellos y ver cómo les va porque son familiares para nosotros ”, dijo Sepúlveda, citada por WPTV.
El alcalde Jerry Demings apoyó a sus empresarios, diciendo que se comprometerían a garantizar que si se les permitía reabrir, lo harían de manera segura.
“Para mí, el principio rector es garantizar primero la seguridad y luego la recuperación económica. Y hay un equilibrio feliz entre los dos que estamos tratando de medir dentro de esta comunidad”, afirmó.
DeSantis reconoció que los pasos tomados eran seguros y que si el riesgo es pequeño, los peluqueros tienen derecho a ejercer su oficio.
“Entonces queremos llegar al sí. Queremos ser juiciosos y metódicos y estar seguros al respecto, pero creo que tenemos la oportunidad de hacerlo”, precisó.
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