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ROMA/NUEVA YORK, 4 mayo (Reuters) - Italia comenzó a flexibilizar el lunes las restricciones al confinamiento para revivir su economía, al igual que muchos otros países, pero las autoridades pidieron cambios graduales mientras los casos de coronavirus pasaron los 3,5 millones a nivel mundial y las muertes se acercaron a un cuarto de millón.
Italia, uno de los países más castigados del mundo por el virus, comenzó a relajar el encierro más largo de Europa, permitiendo que aproximadamente 4,5 millones de personas regresen a trabajar tras casi dos meses en casa.
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"Me desperté a las 5.30 a.m. Estaba muy emocionada", dijo Maria Antonietta Galluzzo, una abuela que llevaba a su nieto de tres años a pasear por el parque Villa Borghese de Roma, en la primera vez que se ven en ocho semanas. "Él ha crecido tanto".
España, Nigeria, Azerbaiyán, Malasia, Israel, Túnez y el Líbano también flexibilizaron algunas restricciones, reabriendo fábricas, sitios de construcción, parques, peluquerías y bibliotecas. En Estados Unidos, alrededor de la mitad de los estados reabrieron parcialmente sus economías el fin de semana.
La relajación de las medidas se da después de que la tasa diaria de nuevos casos de COVID-19 en todo el mundo se mantuviera en un rango de 2%-3% durante la semana pasada, por debajo de un pico de alrededor del 13% a mediados de marzo.
La cifra de contagiados a nivel global alcanzó a 3,52 millones de personas, según un recuento de Reuters basado en datos oficiales. Sin embargo, no todos quienes presentan síntomas son examinados, mientras que la mayoría de los países solo registra muertes hospitalarias.
"Todavía tenemos que ser escépticos sobre los números", dijo Peter Collignon, médico y microbiólogo de enfermedades infecciosas en el Hospital Canberra. "Podríamos tener una segunda o una tercera ola".
Reapertura escalonada
Los países están reabriendo sus economías gradualmente debido a tales temores y a las advertencias de no bajar la guardia.
En Estados Unidos, donde el clima cálido llevó a los amantes del sol a acudir en masa a los espacios verdes de Manhattan, centro de la epidemia en el país, el presidente Donald Trump advirtió que la cifra nacional de muertos, que ahora es de casi 68.000, podría llegar a 100.000 personas.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, dijo que su país, donde el nuevo coronavirus ha dejado casi 29.000 muertos y todavía se reportan más de 1.000 casos nuevos al día, todavía está "en plena agonía de la pandemia".
"Es bueno volver a trabajar, pero el mundo ha cambiado totalmente", dijo Gianluca Martucci, abriendo las persianas del pequeño almacén de un negocio de catering en Roma.
Máscaras, guantes, distancia
En todo el mundo, la gente se está adaptando a una nueva realidad.
Un zumbido continuo de automóviles, buses y motocicletas mostraba un aumento en los desplazamientos en Roma, pero el tráfico era notablemente menor que antes de la pandemia, y quienes estaban en las calles parecían seguir las pautas de distanciamiento social.
En Beirut, los restaurantes comenzaron a reabrir pero estaban retirando sillas y mesas para cumplir con las reglas de que la afluencia de clientes no puede superar el 30% de la capacidad del lugar.
"Este es un gran paso", dijo Ralph Malak, dueño de un bar. "Es muy bueno para el personal comenzar a motivarse nuevamente, volver al trabajo y que la economía comience a moverse".
Irán, que ha reportado más de 6.000 muertes, se disponía a reabrir mezquitas en 132 ciudades el lunes. Los fieles deben mantener distanciamiento social, usar máscaras y guantes y no quedarse más de media hora, informó la agencia de noticias ISNA.
Si bien las medidas estrictas para frenar la pandemia a menudo han sido respaldadas por el público, los gobiernos sufren por el impacto económico del virus.
La actividad fabril en todo el mundo fue devastada en abril, mostraron encuestas, y las perspectivas parecían sombrías a medida que los confinamientos congelaban la producción global y reducían la demanda. Como resultado, se espera que la economía mundial sufra este año la mayor contracción jamás registrada.
(Reporte adicional de Gavin Jones en Roma, Tom Perry en Beirut, Sam Holmes y Jane Wardell en Sídney, y Doina Chiacu en Washington. Editado en español por Javier Leira)
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