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El Movimiento Cristiano Liberación evoca este sábado en redes sociales los 18 años de la primera entrega de firmas del Proyecto Varela, una propuesta liderada por el opositor cubano Oswaldo Payá, quien falleciera en extrañas circunstancias, víctima de un presunto accidente.
Se trata de un proyecto de ley ideado por Payá que defendía reformas políticas en Cuba a favor de mayores libertades individuales en la sociedad. El Proyecto Varela, llamado así en honor al Padre Félix Varela, precursor de las luchas independentistas en la isla del siglo XIX, pretendía reunir 10 000 firmas de ciudadanos cubanos a partir de un artículo reflejado en la Carta Magna de Cuba vigente por ese entonces.
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“El Padre Varela fue el hombre que nos enseñó a pensar como cubanos, sembró la primera semilla de la conciencia, la libertad y la soberanía como derecho del pueblo. Por eso este proyecto lleva su nombre”, reza el documento.
Aunque recogieron un total de 11 020 firmas, el régimen desestimó el documento esgrimiendo que el mismo no cumplía con la exigencia legal de acreditar la condición de los electores solicitantes mediante declaración jurada ante notario.
Prácticamente un burdo pretexto, si se observa que a ningún votante cubano acorde a la ley electoral, para ejercer su derecho al voto, se le exige una formalidad notarial de esa índole.
Sin embargo, Payá no desistió y en 2002 presentó personalmente las firmas apoyando el Proyecto Varela a la Asamblea Nacional, y en 2004 presentó 14.000 firmas adicionales, a pesar de que el proyecto ya había sido rechazado por dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional.
En el contenido del proyecto se pedía el derecho a la libre expresión y a la libre asociación que garantizarían el pluralismo, abriendo la sociedad cubana al debate político y facilitando una democracia más participativa.
También exigía la amnistía de todos aquellos encarcelados por motivos políticos entendido como paso imprescindible hacia la reconciliación de los cubanos.
“La existencia, en nuestro país, de encarcelados por motivos políticos obedece, tanto a hechos en los que las personas involucradas violaron la ley, como a abusos de poder, arbitrariedades y violaciones de la ley por parte de las autoridades”, expresa el proyecto entre sus fundamentaciones.
Además, solicitaba una nueva ley electoral, modificando el sistema de elección de los candidatos desde un modelo de voto directo.
El Proyecto Varela, en resumen, convertía en leyes el derecho a la libre expresión, a la libertad de prensa y a la libertad de asociación, pero el régimen, dirigido en esos años por el fallecido dictador Fidel Castro, volvió a hacer uso de sus artimañas para mantener imperturbable el estatus quo.
Muerte de Payá
La muerte de Oswaldo Payáen, merecedor en 2002 del Premio Andréi Sájarov a los Derechos Humanos otorgado por el Parlamento Europeo, significó un duro golpe para la oposición cubana, como dijera Michael Schifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de estudios de Washington.
El líder opositor falleció en julio de 2012 en un accidente de tránsito la localidad conocida como La Gavina, a 22 Km de la ciudad de Bayamo, provincia de Granma, cuando el automóvil en que viajaba Payá se estrelló contra un árbol. El suceso levantó sospechas de que el régimen estuviera involucrado en él.
Junto a Payá, perdió la vida el joven activista cubano Harold Cepero Escalante, de 32 años. Familiares y amigos de Cepero, incluso Ángel Carromero, el español que conducía el vehículo, aseguraron que el “accidente” había sido provocado por el Gobierno.
La organización independiente Human Rights Foundation (HRF) publicó en 2015 un informe jurídico de 83 páginas que responsabiliza de manera directa al Gobierno cubano de las muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero, tras haber analizado cuidadosamente evidencias físicas, informes periciales y declaraciones de testigos.
Payá encabezaba el Movimiento Cristiano Liberación, que, tras su deceso, pasó a ser liderado por Eduardo Cardet, quien fuera condenado a prisión tras acusaciones de “atentado” a finales de noviembre de 2016, dos días después de criticar a Fidel Castro, fallecido el 25 de noviembre de ese año.
Actualmente, el caso del Doctor Eduardo Cardet, denunciado por organizaciones como Amnistía internacional, figura con detalles en el informe "Condenas Premeditadas: Análisis de la Situación de la Administración de Justicia en Cuba", elaborado por el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos.
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