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El humorista cubano Ulises Toirac anunció este domingo en sus redes sociales la triste partida de su padre, que se encontraba sumamente delicado de salud, según el propio artista había revelado hace pocos días.
Toirac padre falleció en horas de la madrugada de este 10 de mayo, rodeado de sus seres queridos y en paz, como tanto había pedido su hijo que ocurriera.
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"Esta madrugada se fue. Tranquilo, en silencio, sin sufrir. Como yo rogué que sucediera. En medio de un aguacero interminable al comenzar un Día de las Madres. Le gustaba complicarle la vida a la gente. Debe andar su alma libre mirándonos a todos y caga'o de la risa. Genio y figura hasta la sepultura", escribió el humorista junto a una foto de ambos.
Ulises Toirac dedicó su post a compartir con sus seguidores hermosas y divertidas historias de su padre y recordarlo con alegría, como a él le hubiese gustado.
"Me enseñó mis primeros chistes. Aun sin conocer yo el significado de muchos de ellos (quiero pensar que eran "calientes" y malhablados) me hacía repetirlos en medio de una fiesta. Todavía recuerdo esas primeras carcajadas y mi asombro infantil", contó el popular humorista.
"Al viejo las palabras le 'sabían' y así mismo las disparaba. No me explico por qué, porque fue un lector consumado. Fue él quien me inculcó el hábito de leer mucho y yo recuerdo haber ido a la playa con un libro de Julio Verne o Emilio Salgari siendo un piojo, así que tengo que haberlo visto leer desde mi edad más temprana. Creo que la sordera que padecía (y que he ido heredando) era en parte culpable de sus 'trespatinadas' con las palabras", compartió Ulises.
El humorista cubano aseguró que su padre "fue un hombre hecho para situaciones extremas", y compartió otra divertida anécdota en la que le echó alcohol a la caldera caliente en lugar de aceite cuando se disponía a freír unas papas y la botella de alcohol "se convirtió en un lanzallamas casero", un "espectáculo que "mi hermano y yo observábamos aterrados y maravillados".
"Y con el mejor de sus aplomos (y el mejor de sus camina'os) salió hasta el más lejano extremo del patio y con igual tranquilidad depositó cuidadosamente la botella-antorcha de pie. Aún le dio tiempo a ajustarse los pantalones a la cintura para echar a andar nuevamente hacia la casa. No había andado tres pasos y aquel coctel molotov estalló. Cinco pasos después (sin haber escuchado y sin virarse) nos preguntó caminando hacia nosotros: ¿Explotó?", concluyó Ulises.
El pasado miércoles, Toirac compartió un mensaje en su cuenta de Facebook en el que aseguró que nunca le ha gustado ventilar su vida privada en las redes, pero que quería compartir con todos sus seguidores que "mi viejo está en muy malas condiciones, sumamente delicado y la situación epidémica que enfrenta todo el mundo (y Cuba con sus peculiaridades) complejizan muchísimo más las soluciones y posibilidades".
El humorista también pidió que lo disculparan, pero que no podría cumplir en estos días con sus compromisos de trabajo.
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