El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart afirmó que tras superar el coronavirus donó su plasma —con anticuerpos contra la enfermedad— para salvar vidas, y pidió a otros pacientes recuperados hacer lo mismo.
"A los que han tenido la suerte como yo de vencer el virus, hagan lo mismo si es posible. Eso puede determinar ayudar a otra persona que está en una situación mucho peor", señaló en una entrevista con el canal de noticias Univisión.
Díaz-Balart fue el primer congresista de Estados Unidos en contraer el coronavirus, enfermedad que le ocasionó fiebres, malestar general, escalofríos y fuertes dolores de cabeza, aunque nunca ingresó a un hospital.
"Los primeros cuatro o cinco días y noches tuve ese tipo de fiebre que te da escalofríos, todo te duele, uno está temblando, con una tos bastante severa y un dolor de cabeza intenso", comentó.
"Hace apenas dos meses este era otro mundo. Habían turistas en Washington, habían visitantes de todo el mundo. Yo tuve reuniones con visitantes de Europa, de Latinoamérica, audiencias públicas, reuniones privadas. Cientos de contactos, pero no tengo la más mínima idea de como me contagié", afirmó.
Dijo en la entrevista que, por recomendación de su doctor, decidió quedarse en Washington para evitar contagiar a su esposa, que padece asma.
"Sabiendo que había tenido tanto contacto con distintas personas. Hablando con el médico nuestro, que es un médico en Miami, él me dijo que me quedara en Washington como prevención", explicó.
Sin embargo, al regresar a Florida se puso en contacto con el alcalde de Miami, Francis Suárez, que también había superado la enfermedad, para donar plasma para pacientes en estado crítico.
"Él me puso en contacto con una entidad sin fines de lucro, tuve que esperar aproximadamente dos semanas hasta que me pudieran aceptar el plasma; pero el proceso es muy placentero, es maravilloso. En el brazo un pinchazo, casi nada", aseguró.
Indicó que el proceso se demoró cerca de una hora, pero "fue agradable, con unos profesionales maravillosos", subrayó el político cubanoamericano.
Sobre la apertura del país, consideró que es un proceso que hay que hacer con mucha cautela para evitar un repunte de la enfermedad.
"Vamos a tener que hacerlo. No podemos permitir que en los Estados Unidos, básicamente, la economía colapse", dijo, al tiempo que abundó: "es un balance muy difícil, no creo que haya una respuesta perfecta, la prioridad es asegurar y cuidar la salud".
La donación de plasma de pacientes recuperados de COVID-19, cuyos anticuerpos son usados en enfermos graves y críticos, forma parte de un proyecto liderado por el médico cubano Arturo Casadevall.
Este procedimiento fue efectivo a inicios del pasado siglo durante la epidemia conocida como "la gripe española", y comenzó a utilizarse en varios hospitales de Nueva York —epicentro de la pandemia de coronavirus en EE.UU.— de la mano del inmunólogo espirituano nacido en 1957.
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