Más de 60 migrantes —en su mayoría cubanos y venezolanos— que se encuentran en un centro de detención en Arizona han iniciado una huelga de hambre para presionar a la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) a que mejore las condiciones de alimentación y protección contra el coronavirus.
“En este centro no tenemos las más mínimas condiciones de protección ante el coronavirus”, dijo José A. González, uno los detenidos en las instalaciones de La Palma Correctional Center en Arizona. “Para que nos dieran mascarillas tuvimos que plantarnos y hacer una huelga también. Estamos desesperados y abandonados por todos”.
González dijo en una entrevista telefónica que en seis meses ha perdido casi 50 libras debido a “los medicamentos de bajo costo, la pésima comida y el estrés”.
Puede leer el artículo completo en El Nuevo Herald.
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