La frecuente polémica de Donald Trump con los periodistas que cubren sus apariciones públicas se ha convertido en un asunto personal para el presidente, al punto de afirmar que no usará la mascarilla contra el coronavirus ante las cámaras para no darle a "la prensa el placer de verlo".
Durante su visita a una planta de Ford en Ypsilanti, Michigan, Trump fue cuestionado por no usar la protección contra el coronavirus, a pesar de que la fábrica tiene activado un protocolo que obliga al uso de la máscara tanto a los empleados como a los visitantes.
El mandatario afirmó que había usado la mascarilla dentro de la fábrica, pero se la había quitado para dar el discurso. En un video publicado por el diario El País puede verse al gobernante mostrándole una mascarilla a los periodistas.
“Llevé una en el área de atrás. No quería darle a la prensa el placer de verlo", declaró a los reporteros.
Jim Hackett, presidente y director ejecutivo de Ford, dijo para bajar las tensiones que era decisión de Trump llevar o no el cubrebocas; a lo que el gobernante, a modo de broma, contestó que definitivamente cree que se "vería mejor" con la mascarilla.
El mandatario ha sido criticado por incumplir las disposiciones de la Casa Blanca que obligan a los funcionarios a usar mascarillas a toda hora para evitar la propagación de la pandemia. Esta medida se decretó luego de que la jefa de prensa de la Oficina Oval diera positivo al coronavirus a inicios de mayo.
Al conocer que el mandatario haría una breve estancia en la fábrica de Ford, la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, le advirtió que debía respetar las medidas sanitarias orientadas en ese estado durante su visita; pero tras la negativa del presidente a usar la mascarilla, la mujer lo describió como "un niño petulante que se niega a seguir las reglas".
La planta de Ford visitada por Trump tiene a su cargo la fabricación de ventiladores artificiales para pacientes con deficiencia respiratoria. La demanda de estos equipos se incrementó durante la emergencia sanitaria en Estados Unidos, y el país llegó a reconocer que solo tenía una reserva de 10.000, de los cuales muchos estaban en mal estado.
Trump admitió que ese día fue el "más negro de su vida", y solicitó la fabricación urgente de 200.000 ventiladores para los estadounidenses.
En sus conferencias vespertinas en la Casa Blanca, el mandatario ha tenido varios desencuentros con los periodistas que asisten a la cobertura, especialmente con varias mujeres periodistas mestizas, negras o procedentes de China en la sala.
Hace algunas semanas, el mandatario comparó a una reportera de ascendencia china que trabaja para la cadena Fox News con la actriz Donna Reed, quien fue famosa por su papel en una serie de televisión de los años 50 donde interpretaba a una ama de casa tradicional y sumisa.
El gobernante también ha asegurado que los reporteros en esas conferencias suelen manipular sus afirmaciones, refiriéndose a sus declaraciones sobre "inyectar desinfectante" para tratar el coronavirus, lo cual a su juicio se había malinterpretado.
"Solo hice la pregunta de manera sarcástica a periodistas como ustedes, para ver qué sucedería", se defendió Trump.
Este viernes, en su cuenta de Twitter, el mandatario anunció que las banderas ondearán a media asta durante los próximos tres días en los edificios federales y los monumentos nacionales de todo el país, en memoria de los estadounidenses fallecidos por causa de la pandemia.
La cifra de muertos por COVID-19 en EE.UU. supera los 94.000 y los contagios confirmados sobrepasan la estadística de 1.600.000.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: