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Los casos de coronavirus en la Florida llegaron el domingo a 56 163 luego de reportarse 739 nuevos positivos con cuatro fallecimientos adicionales en el estado, informó el Departamento de Salud del estado.
Los dos condados con un mayor número de personas infectadas son Miami-Dade, con 18 000 casos, y Broward, con 7123, según los últimos reportes.
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En toda Florida ya han muerto 2451 personas por el COVID-19.
Además, el condado Palm Beach tiene 5996 casos positivos y Monroe 108. Un total de 10 190 personas han sido hospitalizadas en el estado durante este brote, que superó los 50 mil contagiados la semana pasada.
En el centro del estado, el condado Hillsborough, registra 2¡01 casos y Orange tiene 2002 casos confirmados de COVID-19.
Desde el pasado miércoles, todo el estado se encuentra en la Fase Uno B de la reapertura, aunque algunas zonas están más adelantadas que otras porque presentan menor incidencia de la pandemia.
En el estado se han realizado 1 022 265 pruebas, de las que 965 186 han arrojado resultados negativos.
El Departamento de Salud de Florida también aseguró este domingo que si bien las pruebas del COVID-19 en Florida aumentaron durante la última semana, el porcentaje general de los casos positivos es del 5 por ciento. En general, la cifra de contagios ha disminuida en la última semana.
Miami-Dade y Broward, los dos condados más poblados en el sureste de la península floridana, son los más atrasados en la reapertura y también los que más casos de coronavirus acumulan.
Desde ayer se reabrieron las playas en estos condados, con varias restricciones, entre las que se encuentran no acudir en grupos de más de 10 personas, mantener el distanciamiento social, y no utilizar la playa para quedarse por largas horas tomando el sol. Tampoco se permitirán toldos ni sillas, aunque sí se podrá caminar por la playa, nadar o hacer ejercicios.
Algunas personas, sin embargo, se oponen a la reapertura de las playas, y la consideran prematura. Entre ellas, el abogado y activista Daniel Uhlfelder, que visitó ayer las distintas playas disfrazado de 'La Muerte' para ahuyentar a los bañistas y pedirles que se queden en sus respectivas casas. En declaraciones al canal de televisión ABC, Uhlfelder consideró que todavía es demasiado pronto para abrirlas, por lo que ha decidido disfrazarse de La Parca para que se lo piensen dos veces.
El turismo en el sur de Florida ha disminuido notablemente desde que comenzó la pandemia de coronavirus. El jueves pasado, alrededor de 11 000 pasajeros pasaron por las terminales en el Aeropuerto Internacional de Miami. Hace un año, ese número era de casi 120 000 pasajeros.
Las nuevas reglas que rigen desde ayer las playas y piscinas comunitarias de Miami-Dade impiden juegos como el voleibol, fútbol, frisbee, el pádel, y la presencia de perros o mascotas en las playas. Tampoco se permite pescar, excepto en áreas especialmente designadas que permiten el distanciamiento social.
El Departamento de Parques del condado ha contratado a 400 guardias temporales adicionales para agregar a los 400 "Embajadores de la playa" anteriores, encargados de hacer cumplir las reglas de distanciamiento social, que establecen un mínimo de dos metros (seis pies) de distancia entre los bañistas.
La mayoría de los hoteles de Miami-Dade se están abriendo nuevamente a huéspedes no esenciales, pero con nuevas pautas de seguridad, que incluyen el uso de mascarillas en las áreas comunes, el cierre de los gimnasios y la desinfección de espacios comunes.
La mayoría de los restaurantes de los hoteles han vuelto a abrir, pero también con nuevas reglas. Los ascensores funcionan al 50 por ciento de su capacidad con no más de cuatro invitados a la vez. Se deberá usar mascarilla y cumplir con las marcas de distanciamiento visibles en el suelo.
El servicio de aparcacoches se suspenderá cuando el estacionamiento propio esté disponible. Si eso no es posible, un asistente (con mascarilla y guantes) estacionará los automóviles de los turistas.
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