La policía cubana realizó un operativo en el que decomisó a un cuentapropista más de 100.400 unidades de artículos de uso en el hogar ocultos en cuatro almacenes situados en el municipio San Antonio de los Baños, en Artemisa. Según un reportaje de la televisión oficialista se trata de un cubano repatriado desde 2014, que tenía una licencia de productor-vendedor de artículos de uso en el hogar. Las autoridades no precisaron el país en el que el hombre residía anteriormente.
Yamila Serrano Álvarez, de la dirección de inspección del Consejo de la Administración Municipal, informó que el hombre violó dos preceptos de la Ley 357: el 7.1 b, referido al alcance de su actividad “porque está vendiendo artículos importados”, así como el 7.2, debido a que mantenía a un trabajador ilegal vendiendo en sustitución de él.
El cuentapropista había además fabricado de forma ilegal dos locales con fachada de garajes que usaba para almacenar las mercancías.
De acuerdo a la información brindada por el mayor Reinier Verdecia Amorós, jefe del Ministerio del Interior (MININT) en el municipio, el ciudadano compraba los artículos en el mercado informal La Cuevita, en el municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana, y más tarde las vendía a los cuentapropistas de su provincia, una actividad por la que ya había sido procesado en el 2017.
En aquella ocasión se le aplicó el citado Decreto Ley 357 y se le aplicó una multa de 4.000 pesos.
En este reciente arresto los agentes encontraron también 22 carnés de identidad de otros trabajadores por cuenta propia “cuya legalidad se investiga”, según el reportaje de la televisión.
Las imágenes mostraron además varias sumas de dinero, aunque no se precisó su cantidad.
En los últimos meses el gobierno cubano ha reforzado el control policial y acciones contra los negocios privados, en medio de un escenario marcado por la escasez y el desabastecimiento de los mercados.
Esta semana las autoridades desmantelaron una granja con 64 cerdos en Alquízar, Artemisa, que de acuerdo al reporte de la televisión carecía de permiso para actividades de producción porcina.
En la acción se incautaron, además de los cerdos, 342 sacos de alimento animal –entre maíz, trigo y salvado–, 620 litros de combustible diésel, 150 de aceite de motor, 10 sacos de complejo vitamínico, 38 planchas de zinc galvanizado, dos molinos criollos y 25 litros de herbicida.
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