WASHINGTON, 16 jun (Reuters) - Las ventas minoristas en Estados Unidos experimentaron un alza récord en mayo gracias a la reapertura de los negocios, tras dos meses consecutivos de fuertes declives, en una nueva muestra de que la recesión provocada por la pandemia del COVID-19 acabó ya o se acerca a su fin.
El reporte del martes del Departamento de Comercio se sumó al que indicó a principios de mes que la economía creó 2,5 millones de empleos en mayo. Los despidos se están reduciendo también y la actividad manufacturera está mejorando, aunque la producción sigue en niveles muy bajos.
La mejora de las ventas minoristas el mes pasado recuperó un 63% de los declives de marzo y abril, pero el viaje hacia la recuperación podría ser largo y difícil, ya que algunas partes del país están viviendo un resurgimiento de las infecciones del COVID-19. Además, los cheques mejorados del gobierno federal a los desempleados se acabarán en julio.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo el martes ante el Comité Bancario del Senado que "hasta que la gente no esté segura de que la enfermedad está contenida, es poco probable que se produzca una recuperación completa".
Las ventas minoristas subieron un 17,7%, su mayor avance desde que el Gobierno empezó a registrar la serie en 1992 y tras el desplome récord del 14,7% de abril. Economistas sondeados por Reuters habían previsto una mejora del 8%.
En una base interanual, las ventas minoristas cayeron un 6,1% en mayo. Pero pese al alza del mes pasado, seguían cerca de un 8% por debajo de su nivel de febrero, dejando el gasto del consumidor y la economía en camino a su mayor contracción en el segundo trimestre desde la Gran Depresión. La economía entró en recesión en febrero.
"La economía y las ventas minoristas tocaron fondo en mayo y tenemos una primera etapa de recuperación en forma de V", dijo Sung Won Sohn, profesor de la Loyola Marymount University en Los Ángeles. "No obstante, se necesitará algo de tiempo para volver a estar cerca de los niveles de ventas minoristas y de actividad económica que disfrutamos en torno al cambio de año".
La reapertura en mayo de negocios no esenciales que fueron cerrados a mediados de marzo para frenar la propagación del COVID-19 llevó a que los estadounidenses acudieran en masa a los concesionarios de autos y gastaran más en gasolina, ropa y restaurantes.
El aumento de la demanda de vehículos a motor ayudó a elevar la producción manufacturera un 3,8% en mayo, mostró un reporte separado de la Fed, tras desplomarse una cifra récord del 15,5% en abril. Las manufacturas, responsables del 11% de la economía estadounidense, siguen complicadas por las disrupciones en las cadenas de suministro.
Las acciones en Wall Street se disparaban tras los informes y después de conocerse que un ensayo con un esteroide genérico redujo la tasa de muertes por COVID-19. El dólar subía frente a una cesta de seis destacadas monedas, mientras los precios de los bonos del Tesoro caían.
(Reporte adicional de Dan Burns; editado en español por Carlos Serrano)
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