Vídeos relacionados:
La primera construcción en Cuba totalmente de Hormigón Prefabricado, un edificio modernista que se encuentra ubicado en la famosa Quinta Avenida de La Habana, se encuentra en ruinas, como muchas otras joyas arquitectónicas de la capital cubana.
La construcción de este edificio, que se levantó en solo un año, en 1956, tuvo un costo 400 000 pesos en la época, y contó con la participación de los ingenieros civiles Mario Suárez y Fernando Munilla.
Lo más leído hoy:
La obra, no obstante, es idea original del arquitecto Manuel Gutiérrez, quien fuera Premio del Instituto Americano de Arquitectura (AIA).
El nombre oficial de la edificación es "Talleres y Laboratorios de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Mecánica de la Universidad Católica de Santo Tomás de Villanueva", aunque muchos lo conocen como "El edificio de los rombos", ubicado en la Quinta Avenida, entre 174 y 176.
Hasta hace unos años el edificio funcionó como una planta de fabricación de medicamentos, almacenes y el departamento de asignaturas biológicas como Microbiología, Farmacología, y sus laboratorios.
La construcción, llamativa por su fachada con elementos romboidales y cristales, tiene una planta de 60×10 metros y cuatro niveles, incluyendo el sótano, además de rampas de acceso laterales.
El arquitecto cubano Carlos Alberto Fleitas, quien ofreció información sobre el edificio que a muchos les resulta misterioso, dijo que se trataba de una obra maestra del modernismo cubano.
"La arquitectura moderna percibida por arquitectos y urbanistas de la época del movimiento moderno cubano en la década de los años 50 dejó de herencia un legado legítimo y extenso de amplios números de obras de un minimalismo en sus formas arquitectónicas todas dentro de una compleja estructura urbana. El Modernismo Habanero descendiente de la arquitectura de una vida social edificante le dio nacimiento, forma y estructura a uno de las más vanguardistas metrópolis cosmopolitas del mundo durante los mediados del siglo XX", aseguró.
Antes de esta aclaración, el cantautor Frank Delgado, quien ha estado en busca de historias del Reparto Flores, donde vive desde niño, había compartido fotos del Edificio de los rombos. Dicha respuesta del arquitecto Carlos Alberto Fleitas viene como respuesta a las dudas de Delgado sobre dicha construcción.
"Qué cosa es. Qué función tiene. A qué o a quién pertenece. Cuándo se hizo. Me gustaría pensar que no soy el único que se hace esas preguntas. También me gustaría pensar que no soy el único con algo de sensibilidad para encontrar cierta prestancia en su diseño, cierta belleza aún en su descuido, cierta privilegiada luz aún en su eterna oscuridad, en ese misterioso edificio de rombos y cristales", dijo Delgado.
El edificio, como seguramente lo hicieron muchos niños de la zona, era visitado por Frank Delgado en su niñez. "Me gusta mucho y me trae muy buenos recuerdos la entrada al vestíbulo. Durante muchos años fue el lugar donde guarecernos en la parada de la 91, la 191 y la 189", dijo.
"Entré algunas veces a finales de los 60s. En alguno de sus niveles funcionaba un gimnasio que utilizaba la escuela María Cabrales para la Educación Física. Recuerdo que tenía una especie de "Tatami" y "Anillas" y "Espalderas Suecas". Después siempre lo vi vacío y oscuro, como a la espera, como el escenario de un futuro distópico, perdido entre los papeles de algún burócrata que no sabía una mierda de su historia, como un monumento a la indiferencia. Envejeciendo, deteriorándose", añadió.
Recientemente Delgado volvió a visitar el lugar, y dijo que ni el tiempo ni la desidia han podido acabar con este monumento a la imaginación. "Los cristales del Vestíbulo, increíblemente, han sobrevivido a las pedradas del olvido", agregó.
"Los descansos de las escaleras siguen sustentados por los mismos cables de hace 65 años. Aun conserva paneles completos de sus ventanas de vidrio. El sótano, como toda zona baja sin bomba de achique, está totalmente inundado", sostuvo.
Un custodio del lugar también le contó que hasta finales del año pasado en uno de sus pisos del ala derecha funcionó como un laboratorio de productos homeopáticos.
"Diz que hay planes para el edificio. Diz que una fábrica de medicamentos a gran escala. ¿Después de 65 años? ¿Están trabajando en eso?", se pregunta el trovador, quien es ingeniero hidráulico.
En estos momentos, una brigada ha empezado a tumbar el techo. Cuando Delgado le preguntó a uno de los albañiles de la demolición si iban a volver a fundir el techo, este respondió: "Qué va mijo, ¿tú sabes lo difícil que es fundir un techo así, inclinado?".
"Después que tumbemos el techo vamos a hacer unos cerramentos y fundir una placa, pero plana, en todo el techo del edificio", aseguró.
Según Delgado, cuando el edificio "ea un peligro público, algún funcionario de Planificación Física o del Gobierno de la Habana, esos atorrantes sembrados en la administración, los que no saben de historia, los defensores de la estética de 1ra y 70, esos que dejaron morir al "Casino Español" y al "Riomar" de La Puntilla, firmarán su Orden de Demolición".
Debajo de ambas publicaciones muchas personas se han mostrado interesadas y preocupadas por la pérdida del patrimonio.
"Qué bueno es saber que aún hay personas que se preocupan porque las grandes joyas de nuestra ciudad se conserven y no se pierdan en el tiempo", dijo un comentarista.
"Es una falta de respeto total. Pero lo peor de todo es que creemos que no tenemos el derecho de hacer. Ese patrimonio no es de ningún funcionario de turno o gobierno, es de la historia de Cuba y del pueblo, nadie tiene el derecho de ultrajarlo de esa manera y menos sin presentar un proyecto como mínimo a las personas de esa localidad", aseguró otro.
"Increíble que estemos perdiendo la herencia, el legado de lo sublime de la arquitectura del movimiento moderno cubano. Pareciera que nos ataca el virus de la inconsciencia", dijo otro cubano.
Archivado en: