Una mujer y su hijo fueron a una unidad de Policía para denunciar un caso de maltrato animal y los agentes le respondieron que eso era cosa del primer mundo.
"Aún me duele y estoy atónita cuando me dijeron que aquí en Cuba somos un país del tercer mundo, que en qué estaba pensando porque eso solo era para los países del primer mundo", escribió en Facebook Betzabet Bertot.
El hecho ocurrió la semana pasada en Centro Habana, cuando un hombre pasó por el frente de la casa de la mujer con dos perros de pelea y los atojó para que atacaran a un gatico que estaba parado en la puerta.
Un amigo de Bertot contó a CiberCuba que en el barrio se comenta que el hombre se dedica a pasear los perros sin bozal e incitarlos a que ataquen a animales más pequeños como método de "entrenamiento”.
"Betzabet y su hijo fueron objeto de burlas y de maltratos, a ella le dijeron que estaba viendo demasiados programas de Caso Cerrado y que esas cosas de proteger animales era para países del primer mundo y ellos vivían en el tercero", comentó.
La mujer compartió en sus redes sociales un video de su hijo, desconsolado por lo que ocurrió a su mascota. "No había ni cumplido el año", dice entre lágrimas el joven.
Activistas por los derechos de los animales en Cuba reclaman desde hace años una ley de protección que ampare las denuncias sobre maltrato animal en la Isla.
La pasada semana el Gobierno anunció que aprobaría en noviembre una política de bienestar animal. No obstante, aclaró que se postergaba el debate sobre el decreto-ley que exigen los animalistas.
El debate sobre el tema ganó fuerzas en noviembre de 2019 cuando activistas por los derechos de los animales y cubanos que se sumaron a la iniciativa, protestaron contra la empresa estatal Zoonosis por la recogida masiva de perros en las calles días antes de la visita de los reyes de España a la Isla.
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