El gobierno cubano abrirá tiendas para vender alimentos y otros artículos de primera necesidad, el próximo lunes 20 de julio, dijo a CiberCuba una funcionaria del Ministerio de Economía y Planificación, que evitó precisar si el anuncio oficial se producirá en la Mesa Redonda de este jueves.
La apertura de tiendas el próximo lunes 20 de julio fue corroborada por un directivo del centro comercial La Puntilla, que aseguró abrirá sus puertas "bien habilitada", pero evitó dar precios y datos sobre las mercancías y precisar si la carne de res está entre los productos a vender y a qué precios.
"Esos detalles los maneja el nivel central, nosotros somos trabajadores; pero yo no sé si a CiberCuba les darían esos datos, que no es que sean secretos, pero la mecánica de prensa aquí es diferente, como usted debe saber", zanjó el directivo de La Puntilla.
Una fuente próxima al ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, aclaró que "no se trata de una apertura simultánea, sino gradual, porque parte de la mercancía aún está en los almacenes de Berroa (este de La Habana) e irá llegando a las tiendas en los próximos días".
"La intención es que en agosto estén abiertas las principales tiendas en dólares en todo el país", aseguró.
"Esta gente (el gobierno) está desvistiendo un santo para vestir a otro porque han sacado todo lo que había en las tiendas en CUC y lo han llevado para las tiendas en dólares que abrirán a partir del próximo lunes", sostuvo un empleado de la tienda de 26 y 51, en La Habana.
Además de ese centro comercial en Miramar, en La Habana está previsto que vendan alimentos y artículos de primera necesidad en dólares las tiendas de 3ra. y 70, 5ta. y 42, Línea y 12, Vento y Camagüey, 26 y 51 y el supermercado Carlos III.
Del resto de Cuba no hemos podido precisar datos de tiendas que se acogen a la nueva modalidad de ventas en dólares, mediante tarjetas electrónicas, pero pudo comprobarse el reacondicionamiento y surtido del mercado La Gran Piedra, que ha indignado a muchos santiagueros sin dólares.
"La dolarización se ha venido madurando en los últimos dos meses y el 20 de julio abrirán tiendas en La Habana y el resto del país para vender comida, jabones y detergentes, pero el pueblo verá que la oferta es variada y con precios vinculados a diferentes capacidades adquisitivas", aseguró la funcionaria del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) que desvinculó la apertura comercial a la conmemoración del 26 de julio y a la necesidad gubernamental de rebajar tensiones sociales.
En los últimos dos meses, el gobierno cubano cerró las principales tiendas y supermercados, las reacondicionó y dotó de un sistema de cobro electrónico mediante tarjetas respaldadas por cuentas en divisas, como había hecho en el segundo semestre del año pasado con 87 tiendas de electrodomésticos, motos eléctricas y repuestos de automóviles.
"Yo creo que, a veces, se exageran o manipulan las cosas y parece que estamos en tensión permanente, pero nuestro ministro (de Economía, Alejandro Gil Fernández) fue muy claro en una Mesa Redonda, advirtiendo que la oferta no podría cubrir toda la demanda y que no habría abundancia", recordó la funcionaria ministerial.
"Ten en cuenta que esto del coronavirus nos cogió en una etapa de transformación económica, y hemos tenido que congelar algunas decisiones, luego está la chiveta esa de Trump; y nuestro General de Ejército (Raúl Castro) dijo una vez que socialismo no es igualitarismo... y sí, como tú dices, habrá cubanos más afortunados que otros, pero nadie quedará desamparado", concluyó.
La decisión de vender alimentos y otros artículos de primera necesidad no ha sorprendido del todo a los cubanos, pero sí ha enfadado a la mayoría porque sus ingresos son en pesos cubanos, incluso a los que tienen FE (Familiar en el extranjero), quienes reconocen los esfuerzos que hacen los emigrados para compartir con ellos parte de lo que ganan en sus países de acogida.
"Yo me formé bajo los principios revolucionarios y vivo orgullosa de mis hijos, que me ayudan todos los meses desde Estados Unidos; pero yo no puedo ni quiero presionarlos más porque lo lógico sería que yo los ayudara a ellos y no al revés", dijo a CiberCuba Milagros Pernut, vecina de El Vedado, que milita en un núcleo de jubilados del partido comunista.
"Nuestra propia prensa viene informando de la crisis económica que ha generado el coronavirus en el mundo y, especialmente en Estados Unidos, donde hay mucho desempleo; entonces cómo vamos a hacer los que recibimos ayuda desde el exterior, si nuestros hijos se quedan sin trabajo", apuntó.
"Esto es dialéctico, periodista, usted verá que -en unos meses- le cogemos la vuelta al negocio y tendremos que alquilar tarjetas a quien no las tenga y cobrarles en efectivo para guardarlo; revenderemos a sobreprecio lo que compremos en esas tiendas y los mismos empleados y jefes se pondrán a robar para vender esos productos en bolsa negra", opinó Yuneisi Fundora, que se dedica a la compra y venta de dólares en el mercado informal.
"Esta semana, yo estoy vendiendo a 31.50 pesos cada dólar y la gente me lo quita de las manos; cuando abran esas tiendas que usted dice, habrá que esperar un tiempo para ver cómo es la evolución porque las de lavadoras y televisores planos empezaron bien, pero se quedaron pelás en poco tiempo", señaló.
"Yo tengo un sueldo de 500 pesos, que serían 20 dólares al cambio oficial, si fuera a una de esas tiendas, tendría que escoger entre comer o bañarnos porque somos cuatro de familia y no nos alcanza, pese a que mi mujer, que es enfermera, también trabaja y gana casi mil pesos mensuales", dijo a CiberCuba Heriberto Rodríguez, empleado del área administrativa de una gran empresa en La Habana.
Un funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba admitió que la "redolarización de la economía traerá algunos dolores de cabeza e incomprensiones, pero la gente de Murillo (Marino, jefe de una comisión económica) lleva meses trabajando en ese tema y en otros, bajo la supervisión del compañero Díaz-Canel porque esta crisis viene de antes".
"Claro que es jodido tener que vender comida en dólares con los sueldos y pensiones en pesos que tenemos; eso tiene un coste político innegable, pero qué hacemos, si el mundo está como está y nosotros no acabamos de encontrar solución a nuestros problemas, o quizá no nos atrevemos a implementar soluciones más audaces porque los compañeros más experimentados creen que sería el fin de la revolución", admitió.
"Yo no manejo esos datos de tensiones sociales, pero si la hay, los compañeros de la Contrainteligencia la estarán reflejando en sus partes diarios y la dirección del partido (comunista) sabrá cómo reaccionar", subrayó.
"Mira quizás el pecado de la revolución fue abolir la pobreza del campo y barrios pobres, pero luego no supimos crear riqueza de manera estable, siempre hemos dependido de un socio externo y ese mecanismo resuelve lo prioritario, pero no consigue redistribuir la riqueza; aclaro que es mi opinión, no la del partido (comunista)", recalcó.
"Yo no sabría decirte si Chávez (Hugo) fue un freno a las reformas de la economía cubana; hay un grupo de compañeros que piensan como tú, pero yo no lo tengo tan claro porque nuestra economía es abierta y muy dependiente energéticamente", sostuvo.
Los que sostienen esa tesis lamentan el desmantelamiento de la industria azucarera y citan el ejemplo de Brasil como gran productor de bioalcohol y alimentos para el ganado, pero "yo no recuerdo que hayan discrepado cuando Fidel (Castro) tomó la decisión", concluyó.
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