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El huracán Hanna -ahora degradado a depresión tropical- dejó un escenario de devastación a su paso por el sur de Texas este fin de semana, con fuertes lluvias, inundaciones e incluso la presunta caída de parte del muro que divide la frontera con México, aunque de momento CBP no ha confirmado que efectivamente una sección del muro haya caído.
El gobernador del estado, Greg Abbott, declaró como zona de desastre 32 condados y solicitó la declaración de emergencia federal ante los cuantiosos daños. Solicitud que, finalmente, el gobierno aprobó el mismo domingo.
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"Hoy, el presidente Donald Trump ha anunciado una situación de emergencia en el estado de Texas y ha ordenado el ofrecimiento de ayuda federal", indica el comunicado difundido, que precisa que tras la declaración, la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) recibe permiso para identificar, movilizar y proporcionar a su discreción el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia.
El domingo, la costa sur de Texas estaba cubierta por camiones de carga volcados, cables de electricidad cortados y casas sin techo que seguían enfrentando la amenaza de inundaciones en un área que ya ha sido fuertemente golpeada por el coronavirus.
Hanna, que luego se convirtió en tormenta tropical, tocó tierra en la tarde del sábado en la Isla Padre como un huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, y posteriormente volvió a tocar tierra en el Condado Kenedy, también en Texas.
Los poderosos vientos volcaron al menos tres camiones de 18 ruedas y un vehículo recreativo, y provocó el cierro de un tramo de dos millas de la Ruta 77 en Sarita, cerca de la frontera con México.
En Port Mansfield, los vientos arrasaron campos de caña de azúcar y derribaron árboles.
En un momento, más de 283.000 casas y negocios quedaron sin electricidad, pero la cifra había disminuido a 230.000 en la tarde del domingo, según poweroutage.us.
Hanna dejó daños también en México, donde provocó fuertes lluvias e inundaciones, obligando a decenas de familias a tener que abandonar sus casas en el noreste (Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas).
Aunque ya Hanna no representa un peligro, en el Atlántico este lunes por la mañana una amplia zona de baja presión se encuentra a poco más de 1000 millas al este de las Islas de Barlovento. Se espera que las condiciones ambientales se vuelvan más favorables para el desarrollo en un día o dos, y que una depresión tropical o tormenta tropical se formen probablemente en los próximos días.
El nuevo sistema en el Atlántico tiene una alta probabilidad (80 por ciento) de formación durante las próximas 48 horas y una altaprobabilidad (90 por ciento) durante los próximos cinco días. Se prevé que el sistema se mueva hacia el oeste hacia el oeste-noroeste a 15 km / h y podría comenzar a afectar porciones de las Antillas Menores el miércoles.
Los meteorólogos pronostican que la actual temporada ciclónica (del 1 de junio al 30 de noviembre) será activa y tendrá de 13 a 19 tormentas con nombre, de las cuales de seis a 10 podrían convertirse en huracanes por la combinación de una serie de factores ambientales.
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