El periodista Lázaro Barredo Medina, una de las voces prominentes del oficialismo por las últimas tres décadas, falleció este martes en La Habana a los 72 años, a causa de una afección cardiovascular.
Los medios estatales anunciaron la muerte de Barredo, quien dirigió el diario Granma entre noviembre de 2005 a octubre de 2013, fue vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El gobernante designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lamentó la muerte del periodista y dio las condolencias a sus familiares y amigos.
Barredo fue uno de los fundadores del espacio estatal Mesa Redonda y habitual colaborador del sitio Cubadebate.
En los últimos años escribía en la revista Bohemia, donde el 31 de julio se publicó su última opinión Los anexionistas están alebrestados, en el que atacaba a "la mafia de Miami y sus mandamases de Washington".
"Estos despechados gozan con el sufrimiento que se le está imponiendo a la familia cubana, con las tantas escaseces conocidas, mayoritariamente provenientes de la agresividad del bloqueo económico, comercial y financiero, puñal más genocida en medio de la crisis mundial que ha generado la COVID-19 (por supuesto, que hay una cuota de ineficiencias propias)", afirmó.
Nacido en Matanzas en 1948, la trayectoria profesional de Barredo incluye el diario Juventud Rebelde desde 1969 como corresponsal en Matanzas y llegó a subdirector de ese medio; también fue columnista en el semanario Trabajadores y fue vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en 1986.
Barredo se alistó en las Patrullas Juveniles en 1959, ingresó siendo un adolescente en las Milicias Nacionales Revolucionarias y además fue delegado de base del Poder Popular y, "desde 1993 hasta la pasada legislatura, como diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular", agrega la prensa estatal.
Poco después de concluir sus funciones como director de Granma, realizó una de las pocas entrevistas concedidas por Raúl Castro en su vida política, en marzo de 2014.
Granma destaca su "abordaje de la economía y, particularmente, del diferendo Estados Unidos-Cuba", una fijación del gobierno de la isla.
Desde las páginas de Bohemia, Barredo culpó hace dos años al sector privado de la corrupción en Cuba, como hacen ahora la TV estatal en sus operativos policiales y el gobierno en su campaña contra los revendedores, coleros y acaparadores.
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