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Lukashenko reclama su victoria en las elecciones bielorrusas y reprime las protestas

La oposición, que ha denunciado fraude y manipulación de los resultados, se ha lanzado a las calles en la capital.

Lukashenko en una foto de archivo © Reuters
Lukashenko en una foto de archivo Foto © Reuters

Este artículo es de hace 3 años

Tras gobernar Bielorrusia durante el último cuarto de siglo, el líder autoritario Aleksandr Lukashenko ha reclamado su victoria electoral para un sexto mandato con el 80,23% de los votos. Su principal rival, Svetlana Tijanóvskaya, la mujer que ha unificado a la oposición y movilizado a una buena parte de la sociedad bielorrusa, ha obtenido apenas un 9,9%, según los datos oficiales preliminares.

La oposición no reconoce los resultados y ha denunciado fraude y manipulación. El anuncio de la comisión electoral llega precedido de una noche de intensas protestas en Minsk y otras ciudades del país, de 9,4 millones de habitantes, duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad del dictador.

Al menos una persona murió y otras resultaron heridas en los violentos enfrentamientos ocurridos tras el cierre de los colegios electorales entre la policía antidisturbios y manifestantes opositores indignados con la victoria de Lukashenko.

Los manifestantes fueron dispersados por la policía, que empleó carros lanzaaguas, gases lacrimógenos, proyectiles de goma y porras.

Según las ONG Vesná y Spring 96, una persona murió atropellada por un vehículo policial, extremo que no ha sido confirmado por otras fuentes, y más de 120 manifestantes fueron detenidos.

Los servicios sanitarios informaron del ingreso de varios heridos en hospitales de la capital, aunque la policía local no lo ha confirmado.

En un vídeo publicado por la prensa local se puede ver cómo un camión de la policía atropella a un grupo de manifestantes en el centro de la capital.

La policía recurrió a balas de goma, mangueras y granadas ensordecedoras para dispersar a los miles de manifestantes, que levantaron una barricada con bidones y otros objetos del mobiliario público en una de las avenidas de la ciudad.

La prensa bielorrusa habló de protestas en Brest, Gomel, Grodno y Vitebsk, entre otras, aunque la líder opositora, Tijanóvskaya, había instado a los bielorrusos, “civiles y de uniforme”, a no recurrir a la violencia tras las presidenciales.

"Quiero pedir a la policía y a las tropas (de Interior) que recuerden que son parte del pueblo. Y a mis votantes que abandonen las provocaciones y no den motivos para el uso de la violencia en su contra. Por favor, cesen la violencia”, dijo la candidata.

Los detenidos en los incidentes pueden ser condenados a entre 8 y 15 años de prisión, advirtió el lunes el director del Comité de Investigación de Bielorrusia, Iván Noskévich, ya que se han abierto causas penales por desórdenes masivos y violencia contra agentes de la policías.

Lukashenko, cuyo poder se sustenta en el Comité de Seguridad del Estado (KGB), había advertido al votar en la mañana del domingo que no permitiría una revolución a la ucraniana y descartó que el país se pudiera ver abocado a una “guerra civil”.

El gobierno cubano mantiene excelentes relaciones con el régimen bielorruso, y Minsk fue una de las paradas de la gira de Díaz-Canel, el año pasado.

La relación bilateral fue celebrada en el 2017 por Lukashenko. "Tenemos buenas relaciones en el ámbito económico. En política no tenemos ningún problema. Tenemos los mismos enfoques respecto de los principales asuntos de la agenda mundial", agregó el considerado "último dictador", tras reconocer su "deuda con Fidel Castro" y el deseo de visitar su tumba.

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