Los familiares de la cubana Melissa González continúan exigiendo justicia tras siete meses del asesinato de la joven por una bala perdida mientras conducía en la autopista de I95 de Miami.
Las autoridades no han logrado arrestar hasta el momento a ningún sospechoso. Los investigadores del caso consideran que se trató de un tiroteo aleatorio en el vecindario de West Little River, en el noroeste del condado de Miami-Dade.
Este domingo, amigos y familiares de la joven de 22 años se reunieron en su tumba como un acto simbólico para pedir apoyo de la comunidad en el esclarecimiento del caso.
Sheila Núñez, madre de la víctima, dijo a medios locales que mantiene la esperanza de que el caso se resuelva. “Es muy importante para mí y para nuestra familia”, comentó.
“Estamos pidiendo justicia para Meli. Básicamente, estamos pidiendo más apoyo de la comunidad para averiguar exactamente qué sucedió ”, agregó Darwin Leon, amigo de la familia.
González recibió un disparo mientras conducía hacia el sur por la I-95, cerca de la salida de la calle 79, el pasado 3 de enero. La joven acababa de graduarse de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Junto a ella iba Julián Cortina, un joven de 26 años pareja de la víctima. Según dijo, al escuchar los disparos, miró y vio que a Melissa herida y tuvo que maniobrar con rapidez el vehículo para lograr detenerlo.
La joven manejaba un sedán plateado y su novio asegura que el disparo se realizó desde un vehículo de color oscuro.
Cualquier persona con información puede cominicarse de forma anónima a la línea de alto al crimen de Miami Dade 305-471-8477.
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