Un gran bullicio y decenas de personas amontonadas unas contra otras, a pesar del riesgo de propagación que un cuadro semejante propone en tiempos de pandemia, es la descripción que puede hacerse de las imágenes de una cola en Pinar del Río para comprar artículos de aseo.
La escena lamentable fue captada en un video que subió a las redes sociales, donde son habituales este tipo de denuncias y los usuarios a menudo expresan su indignación ante ellas. Según una publicación en Instagram de cuba.lifestyle, la enorme fila es para comprar jabón y champú.
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El video se compartió en estas plataformas, pese a que las autoridades en la Isla han aumentado la vigilancia y la represión sobre quienes se dedican a divulgar la realidad que vive el pueblo cubano frente a una escasez cada vez mayor de productos de primera necesidad.
Hace menos de una semana, se conoció que una oficial, en la misma provincia al extremo occidental del archipiélago, amenazó con el Decreto Ley 370 a una mujer que filmaba con su celular una cola para comprar jabón en la localidad de San Cayetano.
Mientras la mujer filmaba el alboroto de la larga fila para adquirir jabón, la oficial se le acercó y le dijo: “Mira niña, tú puedes filmar, pero si lo publicas es un delito”. “Tú me puedes tirar fotos a mí, si lo publicas es un delito”, enfatizó.
Conocido también como "Ley Azote", el DL-370 prohíbe “difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”, lo cual apunta a una regulación de la libertad de expresión en toda regla.
Bajo esta normativa, decenas de cubanos han sido amenazados y multados con sanciones de hasta 3000 pesos (unos 120 dólares) por violar dicha disposición, en un país donde el salario promedio mensual ronda los 30 dólares.
Sin embargo, las respuestas a la policía y los aparatos represivos no han sido siempre en tono pacífico. En mayo, las autoridades policiales de Pinar del Río reportaron un aumento de los llamados “atentados contra la autoridad”, propiciados por la crisis del coronavirus.
Muchos cubanos achacan además el problema de las extensas colas, motivadas por la escasez generalizada, al aumento de casos de coronavirus en las últimas semanas, aunque el gobierno suele señalar hechos de “indisciplina social” como las concentraciones de personas en fiestas y bares.
En las últimas 24 horas, 2 de los 48 nuevos casos confirmados en el país correspondieron a la provincia de Pinar del Río, mientras que la gran mayoría de ellos se concentró en La Habana. Hasta la fecha, el país acumula un total de 3364 pacientes de COVID-19 desde que se identificaran los primeros contagios en marzo.
“Todos los nuevos casos son cubanos”, aseguró el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en la conferencia de prensa diaria desde La Habana.
De los nuevos contagios, 39 son contactos de enfermos previamente confirmados y se investiga la fuente de infección de 9 personas; además 17 de los 48 nuevos pacientes son asintomáticos, agregó el especialista. Entre los casos hay un bebé de 6 meses y un niño de 2 años, ambos residentes en Playa, La Habana
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