Pasta dental, jabón, detergente, aires acondicionados, pollo y otros artículos de primera necesidad fueron decomisados recientemente en Las Tunas en un nuevo operativo policial contra los revendedores.
Un reportaje de la Televisión cubana refirió que había varias cadenas de receptadores que operaban desde las redes sociales, en las colas de las tiendas y que tenían casas-almacén desde donde distribuían los productos.
A diferencia de otros reportajes similares del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, este no hizo hincapié en cantidad de artículos o dinero decomisados, sino que profundiza en el carácter ejemplarizante de este tipo de operativos, y describe a los oficiales de la policía y del MININT que intervienen como salvadores de las necesidades de los cubanos, para que no sean “maltratados y abusados por precios exorbitantes” por parte de los acaparadores.
Se enfatiza que la policía acude al “reclamo de quienes no pueden permanecer varias horas en una cola”, e incluso en el reportaje se entrevista a algunos de esos cubanos que -al decir del periodista- “agradecen y se sienten protegidos de la obra revolucionaria”.
En otro operativo, también en la provincia tunera, fueron decomisados por la policía un grupo de productos agrícolas que habían sido desviados de su destino inicial.
El Gobierno cubano ha aumentado la persecución de los revendedores, coleros y acaparadores en el país desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
La crisis económica en Cuba se agravó por el COVID-19 y el cierre de fronteras, y la prensa estatal y el gobernante designado, Miguel Díaz-Canel, no pierden oportunidad para responsabilizar a esas personas por la creciente escasez en Cuba.
Más de 22.000 personas fueron reclutadas por las autoridades para organizar las colas y reprimir a coleros y revendedores en las últimas semanas.
En el contexto de desabastecimiento y escasez -agravados por la crisis del coronavirus- el gobierno cubano ha venido reforzado el control policial en los últimos meses para combatir delitos relacionados con el robo y la malversación de insumos de todo tipo.
La prensa oficialista cubana se ha venido haciendo eco, de forma creciente, de arrestos por delitos económicos y decomiso de mercancías. Aunque los reportajes de corte policial en la Televisión Cubana han ganado un buen número de adeptos, su carácter en extremo parcializado también es muy cuestionado, así como el destino final de muchos de los objetos incautados.
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