La empresa pesquera e industrial de Sancti Spíritus trabaja en la producción de filete de claria y tenca salada a través de una tecnología artesanal creada por los propios empleados de la entidad.
“El objetivo principal es tener pescado salado”, dijo Giomel Márquez Alfonso, jefe de brigada de la minindustria, quien explicó que traían el pescado de una presa cercana por lo que se ahorraban combustible en el traslado haciendo más económico el proceso.
Un reporte de la televisión gubernamental expone que en estos momentos la empresa toma medidas de ahorro “debido a la situación energética del país” y que además produce otras variantes como croquetas, embutidos y albóndigas.
También destaca que el filete de claria es uno de los alimentos con más “aceptación”, sin mencionar que en Cuba la población no se tiene acceso a casi ninguna otra especie: La pesca de ejemplares marítimos se destina a la exportación, por lo cual la industria doméstica prioriza los de agua dulce como la claria y la tenca.
“Estamos procesando 4 toneladas de filete de claria como materia prima. Estamos rondando entre las 2.5 y 3 toneladas diarias en el salado”, dijo Orlando de la Cruz Rivadeneira, jefe de producción de la empresa. Según el directivo, la entidad logra alrededor de 3 toneladas entre croquetas y embutidos.
En medio de la crisis que golpea al archipiélago, Cuba ha apostado por aumentar los volúmenes de claria para satisfacer la demanda de la población. En Villa Clara, la producción de esta especie pretende sustituir la importación del jurel que se destina a las dietas médicas.
René Peña Carrazana, director general de la empresa Pescavilla, presentó el plan de producción de unas 1200 toneladas de ese pescado, durante de un recorrido del ministro de la Industria Alimentaria por la provincia.
Incluso se ha propuesto la exportación de clarias. En junio de 2019, el Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA) informó que incluiría cuatro nuevos productos exportables: la tilapia, la tilapia roja, el filete de claria y la langosta de agua dulce.
La provincia de Villa Clara ha manifestado un énfasis en aumentar la producción de clarias, con el fin de sustituir importaciones de pescado para las dietas médicas y distribuir su carne en establecimientos dedicados a esa actividad.
Tal impulso viene condicionado por la situación del país, ya que muchos tipos de carnes prácticamente han desaparecido de los mercados. En la misma Villa Clara, algunos criadores de cerdo incluso han decidido incursionar en el cultivo de la claria, debido a la escasez de recursos para sostener el cuidado del mamífero cuya carne es una de las más codiciadas por los cubanos.
La claria es conocida, más allá del ámbito alimenticio, por su capacidad para vivir largo tiempo fuera del agua y devorar todo lo que encuentra a su “paso”, siendo considerada una de las 100 especies más dañinas del mundo al causar perjuicios considerables a los ecosistemas y la fauna autóctona.
Pese a que una de las características geográficas que resalta de Cuba es, paradójicamente, la de estar rodeada de mar, la población raramente puede consumir productos marítimos lejos de las zonas pesqueras, a veces solo puede adquirirlos a precios exorbitantes o con algún vendedor furtivo.
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