Un queso importado supera los mil dólares y se exhibe en la vidriera del mercado Boyeros y Camagüey, en La Habana, ante la mirada atónita de cientos de cubanos que viven cada vez con menos ofertas en moneda nacional y tiendas completamente desabastecidas.
CiberCuba recibió varias imágenes que muestran el valor de los productos en una tienda para la venta en MLC. El queso Grana Padano Dop, importado como es de suponer, llega a alcanzar los 1.192 dólares.
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El peso exacto de este queso no se conoce. Según indica la etiqueta el comprador debe verificarlo en caja. Muchos de los clientes se preguntan por qué el Estado importa un queso tan costoso en lugar de comercializar uno que tenga más demanda entre los cubanos y un precio más asequible.
Los valores desorbitados de los productos en las tiendas en Moneda Libre Convertible (MLC) en Cuba causan indignación entre los ciudadanos trabajadores. Un artículo que no deja a nadie indiferente es el aceite, sobre todo si es de oliva. Un litro de "La Española" cuesta 5,20 dólares.
La marca Vima es aún más cara. Un litro de aceite de oliva cuesta 12,25 dólares en las tiendas en MLC de La Habana.
El botellón de 20 litros de aceite de soya "El Cocinero" se vende a 38,40 dólares, lo que equivale a más de 1,90 dólares el litro.
El arroz es un producto que la mayoría de los cubanos compran subvencionado por la libreta de abastecimiento. Sin embargo, a quienes el arroz no les alcanza, que no son pocos, deben pagarlo en el mercado negro o en MLC a 2,30 dólares el kilogramo. Un kilo de arroz largo en España cuesta entre 0,75 y 1,20 euros.
Los frijoles negros, antiguos reyes de la mesa cubana, ahora están desaparecidos del mercado nacional. Su precio se ha disparado en los agros, llegan a costar más de 20 pesos la libra. Si una persona decide comprarlos en MLC, sin cola, tiene que pagar 1,65 dólares.
Los frijoles blancos están por el mismo estilo, aunque un poco más caros porque estos cuestan 1,95 dólares el paquetico y no todos podrán echarle el trozo de carne y chorizo que merecen.
Estos frijoles en las tiendas en MLC también se pueden encontrar importados desde España y tienen un precio de 3,25 dólares. En su cocción viene de maravilla echar un buen hueso de jamón, pero el precio en la isla de este producto no es cosa que muchos puedan permitirse.
El centro de paleta de cerdo ibérico cuesta 269,05 dólares. Las piernas delanteras del cerdo son las paletas y dependiendo de la raza del cerdo, suele ser una pieza más grasa que el jamón, cuyo sabor es algo más intenso.
El pueblo cubano ha perdido la costumbre de consumir el jamón ibérico. A la hora de comprar una pieza de este tipo hay que determinar el consumo que se va a hacer, porque no se cocina ni se come como cualquier carne.
En Cuba hay preferencia por el jamón cocido al horno y otras modalidades de embutidos. Si embargo, el gobierno cubano se empeña en vender un producto que, además de ser caro, ya no tiene tradición de consumo en la isla.
Otro artículo de poca demanda en la comida cubana es el pastrami, al que también se le conoce como pastrón, es un producto elaborado con carne roja, por lo general ternera, que se somete a un proceso de salmuera. Tiene un precio de 53.75 dólares.
El pastrami no lo ha comido prácticamente nadie en Cuba durante más de 60 años. Toca ver quienes tienen la pericia de prepararlo como debe ser.
La fuente que compartió estas imágenes con CiberCuba señaló que los langostinos de Vima, que según indica la etiqueta del producto son argentinos, tienen el mismo precio que los langostinos Conga que son cubanos. Dos kilos de este producto tienen un valor de venta de más de 55 dólares.
Tras el mal rato de elegir productos alimenticios, toca visitar la zona de artículos de primera necesidad, entre los que se encuentran los pañales desechables. Comprar culeros es un lujo que no se puede permitir la mayoría de los padres cubanos. Un paquete de solo 14 pañales tiene un coste de 7,25 dólares.
Aunque muchas personas defienden la idea de que los pañales desechables no son un artículo de primera necesidad, en Cuba tienen una alta demanda por la comodidad que suponen para salir con los niños fuera de casa, pues en pocos lugares hay condiciones para higienizar bien a un bebé.
La carencia de jabón y detergente que hay en la isla dificulta las posibilidades de lavar y mantener la higiene de la ropa. El detergente líquido tiene un precio de 6.80 dólares, mientras que el fregasuelo llega hasta los 2.50 dólares en las tiendas Panamericanas.
El champú, artículo de primera necesidad, está desaparecido de las tiendas en CUC y MN. El nombre comercial que le han puesto no deja duda del valor que tiene para las personas, "Oro líquido". Su precio (3.50 dólares) a priori no parece alto, pero si se compara con un salario en moneda nacional, sí lo es.
El gobierno cubano paga el salario en moneda nacional, pero vende los productos de primera necesidad en dólares y al doble o triple de su precio en cualquier mercado del mundo donde la gente compra y consume en la misma moneda en que se le paga.
Esta práctica el Estado la sostiene defendiendo un discurso de necesidad de recaudar divisas para impulsar la economía, pero niega que el país vive décadas de improductividad del sector estatal y culpa a la ciudadanía de acaparar en tiempos de dura crisis de alimentos y de artículos de primera necesidad como la que vive actualmente Cuba.
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