El joven cubano José Carlos Santos Belaunzaran, de 23 años, ha sido expulsado hace 17 días de la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Piti Fajardo, de Artemisa, donde cursaba el cuarto año de la carrera por haber debatido en Facebook a raíz de la publicación de una foto del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.
El rifirrafe que le llevó a perder el sueño de su vida lo tuvo con Yosbany Iglesias, director de la Unidad Empresarial Base (UEB) de Aseguramiento en la Zona de Especial Desarrollo del Mariel, en un grupo de Facebook en el que el funcionario del Gobierno cubano retaba a los "gusanos" a compartir una foto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como la que él compartía de Díaz-Canel con un niño en brazos.
Santos Bela saltó y le dijo que estaba en desacuerdo con él y en su forma de referirse a los cubanos que trabajaron en Cuba y aportaron mucho al país y hoy no viven en la Isla. El funcionario del Gobierno le reprochó que tuviera esos pensamientos siendo estudiante de Medicina pero la discusión se fue caldeando y el joven terminó llamándole "comunista lameculo", mientras su adversario lamentaba que el país se hubiera gastado dinero en él y le hubiera permitido estudiar una carrera sin costarle "un quilo".
A la semana de ese incidente, la subdirectora de la Facultad de Ciencias Médicas de Artemisa llamó por teléfono a Santos Bela y le dijo que necesita hablar con él porque había un problema con sus notas y necesitaban arreglarlo; que no se preocupara, que no era nada serio y no iban a tardar mucho.
Él llegó a su hora (8:00 am) y tuvo que esperar hasta pasadas las nueve y media de la mañana, cuando le hicieron entrar a una sala donde un grupo de profesores le hablaron sobre temas de la escuela. Al terminar, la subdirectora le dijo que no podía marcharse porque había dos personas que querían hablar con él: eran dos agentes de la Seguridad del Estado, que lo interrogaron sobre el debate que él había tenido en Facebook a raíz de la foto de Díaz-Canel.
Los agentes del MININT de su municipio, San Cristóbal (Artemisa), estaban especialmente interesados en que él les dijera quién le estaba pagando para que opinara de esa manera en las redes sociales. Y por más que Santos Bela negaba estar teledirigido, los de la Seguridad no le creyeron. Le dijeron que estaba demasiado tranquilo y que no era normal en su situación.
Con ellos tuvo también el joven estudiante de Medicina un intercambio de opiniones sobre la libertad de expresión, que sacó de sus casillas a sus interlocutores, hasta que terminaron admitiendo que en Cuba hay libertad de expresión para algunas cosas porque hay otras que no están permitidas. En este punto le afearon que no cumpliera con el reglamento de la escuela, que en su artículo 47 que advierte de la penalización de las manifestaciones contrarias a la "ideología revolucionaria".
La reunión siguió, esta vez, entre los profesores para saber qué medidas tomaban con Santos Bela. No hubo consenso entre los profesores. Algunos no estaban de acuerdo con la expulsión y así lo manifestaron, pero las voces determinantes sí. Finalmente le comunicaron que "no podían darse el lujo de graduar un médico que pensara diferente a la revolución, aunque perdieran a un profesional de buena calidad".
Entre las medidas propuestas estaba separarlo de la carrera de tres a cinco años, separarlo de todo el sistema de Salud y la que salió adelante fue la expulsión de la carrera de Medicina. "No pueden aceptar que uno piense así", comenta Santos Bela a CiberCuba.
Pero ahí no quedó la cosa. Los de la Seguridad del Estado se aparecieron en el trabajo de sus padres y los interrogaron.
La madre de Santos Bela no se quedó con la espinita clavada y llamó a Yosbany Iglesias, el hombre que informó a la Seguridad del Estado sobre el debate en Facebook y le afeó que no hubiera hablado con ella antes de denunciarlo en la Facultad de Medicina. Él le contestó que él era miembro del Partido Comunista y que había cumplido con su deber; que estaba orgulloso de lo que había hecho.
"Aquí estoy, sin carrera y sin derecho a ingresar en ninguna otra institución de Salud. Esta carrera a mí me costó bastante sacrificio cogerla. Yo por dentro estoy frustrado. Ahora mismo, me duele porque de verdad me gusta la Medicina. Yo quería ser clínico. Estaba asesorado por un tutor. Por lo pronto tengo pensado mudarme del municipio y empezar desde cero. Mi familia está destrozada. Mi mamá y mi papá no tuvieron la suerte de hacer una carrera y yo era el orgullo de la casa. He tenido que ver a mi papá llorando. Si me hubieran quitado la carrera por algo más fuerte, pero que me expulsen por expresar un pensamiento, me choca. Ellos lo único que han hecho es remarcar más mis ideas. Quiero irme de aquí. Es por gusto. Aquí no se puede", concluye el joven expulsado de la carrera.
Éste es el segundo estudiante de Medicina que ha sido sancionado en Cuba en este mes de septiembre por manifestar opiniones contrarias al Gobierno de Cuba.
El joven holguinero Alexander Raúl Pupo Casas perdió la beca que tenía en Las Tunas, donde hacía la especialidad en Neurocirugía, por criticar en Facebook la pobreza; la forma de vida de la clase dirigente del país o la sumisión del pueblo.
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