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El condado de Miami-Dade mantiene vigente el toque de queda desde las 11:00 pm a las 6:00 am, con el objetivo de restringir las actividades nocturnas que favorecen la transmisión del virus.
Como consecuencia, los infractores serán sancionados por un delito menor de segundo grado con multas de hasta 500 dólares o 180 días de privación de libertad.
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En un comunicado emitido el sábado por la oficina del alcalde Carlos Giménez, este se refirió a la orden del gobernador DeSantis de suspender todas las penalidades a los ciudadanos que incumplieran las normas sanitarias, y aclaró que el condado continuará imponiendo sanciones civiles a quienes no usen mascarillas y procesará las multas según permite la ley.
“Durante esta pandemia, el Condado de Miami-Dade ha tomado medidas cautelosas, guiado por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, el Departamento de Salud de la Florida y nuestros expertos médicos locales, que incluyen a epidemiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas”, comentó Giménez.
El alcalde reiteró que le daba las gracias al gobernador Ron DeSantis por su liderazgo y colaboración, y reconoció que ella ha permitido que el condado y todo el sur del estado estén en la fase de reapertura de los negocios.
El comunicado de prensa señala que el condado respeta las normas de apertura estatal dispuestas por DeSantis, “mientras mantiene vigente aspectos de las órdenes del condado con el fin de proteger a los residentes del Condado de Miami-Dade durante la pandemia del COVID-19”.
El viernes el gobernador de Florida levantó el uso obligatorio de las mascarillas y eliminó las restricciones sobre los negocios, alegando que el descenso de los contagios permitía comenzar la fase final de reapertura.
DeSantis exigió a los gobiernos locales justificar cualquier limitación de la capacidad de restaurantes y bares, pues en su opinión, el cierre de estos locales no demostró ser efectivo.
Pero de acuerdo a la comunicación del condado emitida 24 horas después, todos los establecimientos comerciales y negocios de Miami-Dade, incluyendo las tiendas de alimentos y las farmacias, deberán seguir acatando medidas de prevención del virus.
El uso de las mascarillas seguirá siendo obligatorio y en las áreas de trabajo y de exposición tiene que existir una distancia de seis pies como mínimo.
“Quiero hacer énfasis en que nos encontramos en un momento crucial para seguir salvando vidas y poner en marcha la economía. Aunque se abran todos los establecimientos comerciales y negocios, las personas tienen que seguir siendo responsables y usar coberturas faciales en los lugares públicos, mantenerse a seis pies de distancia de otros y lavarse las manos frecuentemente para detener la propagación del virus, en particular para proteger a las personas con enfermedades de alto riesgo y a nuestros adultos mayores”, subrayó el alcalde Giménez.
Como estableció DeSantis, se mantendrá el límite de capacidad del 50 por ciento (como mínimo) para los restaurantes, con la expansión de más del 50 por ciento de la capacidad permitida para aquellos centros que puedan colocar más mesas que estén a su vez separadas entre ellas.
Los restaurantes pueden llegar al 100 por ciento de capacidad si incluyen mesas en espacios exteriores. Se mantiene el máximo de seis personas –o hasta diez si son familia– en cada mesa.
Los locales que no tengan espacio suficiente para llegar al 50 por ciento de capacidad mínima, podrán situar las mesas más cerca.
Los bares con servicio único desde la barra, podrán llegar a esa capacidad si colocan asientos en la barra con la mayor separación posible entre los usuarios.
Los clubes de baile deben exigir el uso de mascarillas en la pista, y solo permitirán comer y beber en las mesas.
El alcalde Carlos Giménez Queremos expresó que ha trabajo duro para alcanzar las condiciones óptimas para abrir la economía.
“Queremos seguir celebrando los logros obtenidos en el sector de la salud pública, que nuestros hospitales puedan seguir funcionando eficientemente para poder atender a todos los pacientes y no tener que volver a los cierres de emergencia debido a un alza que sobrecargue nuestros sistema de salud”, puntualizó.
“Juntos, nos respetamos los unos a los otros cuando cumplimos con las normas de salud pública y las personas regresan a sus trabajos de forma segura”, sentenció.
Florida registra hasta este momento 698 682 casos de coronavirus desde el comienzo de la pandemia, con 14 190 fallecidos.
Miami-Dade es el territorio más afectado, 169 144 pacientes, con 3 213 víctimas fatales. Según datos de la Universidad Johns Hopkins, es el segundo condado con más contagios en el país, solo superado por Los Ángeles, en California.
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