Un joven cubano enfermo de cáncer denunció en sus redes sociales que no tiene los medicamentos necesarios para tratar su padecimiento, y acusó al Gobierno de Díaz-Canel de no garantizar a la población una adecuada atención sanitaria.
Pedro Quiala, residente en La Habana pero natural de Mayarí, Holguín, arremetió contra la escasez de medicinas en las farmacias y hospitales de la Isla, e invitó a todos los que lo siguen en Internet a denunciar la precariedad y la escasez de productos básicos que padecen el pueblo.
“No me critiques más por exigir mis derechos y súmate. Solo pido mis medicamentos para tratar mi enfermedad, y este Gobierno no los tiene. No tengo culpa que ellos se nombren una potencia médica ante el mundo. Denuncio a la salud pública cubana por falta de atención y medicamentos en las farmacias y hospitales de Cuba”, expresó en una publicación en su muro de Facebook.
“Seguridad del Estado, salud pública, no me manden a callar más, vengan a mí con mis medicamentos. Voy a seguir protestando por mí y por los miles de enfermos que no tienen sus medicamentos. Abajo Díaz- Canel, abajo Raúl Castro, abajo todos los ministros ladrones del PCC. No me voy a callar, G2. Viva Cuba libre”, añadió.
En otro post, Quiala mostró una foto del antibiótico que necesita, denominado Tubrocir, y que al parecer es el único medicamento prescrito por los médicos que está disponible.
“Este fue el antibiótico que me mandó el doctor del hospital Calixto García para tratar el germen que me salió en el análisis: pseudomona mucoide. Tobramicina en aerosol cada 12 horas. ¿Creen ustedes que con ese medicamento solamente me pueda mejorar? Sigue salud pública maltratando a los enfermos en Cuba. Una vez más el mundo tiene que ver lo que vive el pueblo en la Isla”, cuestionó.
El joven también agradeció a todas las personas que le escriben diariamente para interesarse por él, así como a muchos a los que ha conocido y que al vivir en otras partes del mundo, han podido enviarle donaciones en un gesto de humanidad.
“Y por apoyarme por mi valentía de denunciar al gobierno difamador y embustero, que no vela por la salud del pueblo, sino por los intereses de sus familiares y dirigentes que todos conocemos: la familia Castro y los puesto a dedos del Comité Central del PCC”, dijo.
“No me siento solo, gracias por su apoyo. Estoy invitando a todo aquel que tenga un padecimiento a que me siga y no le tema a las consecuencias y represalias que use el régimen contra ustedes. No se mantengan más callados, es la hora de unidos todos luchar por una Cuba libre y con derechos humanos”, concluyó.
Este no es el primer caso de un enfermo con cáncer en Cuba que ve cómo su condición se agrava por la falta de medicamentos.
A finales de septiembre, la esposa de un paciente de linfoma de Hodgkin de esclerosis nodular (cáncer linfático que ataca el sistema inmunológico), tuvo que abrir una cuenta en Facebook para recaudar fondos y poder comprar las medicinas.
Landy Castillo, de 50 años, no puede recibir los anticuerpos monoclonales para el tipo de cáncer que padece porque no existen en el país, por ello, sus doctores solo le aconsejan un tratamiento paliativo.
En febrero de este año ingresó muy grave en el hospital por disminución de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Según relató su esposa a CiberCuba, los médicos “decidieron hacerle un TAC cuando lo ideal era un PET CT, pero esta prueba necesita un reactivo que hay que importar y que no existe en el país. Esa prueba arrojaría si había o no lesiones”.
La escasez de medicamentos también afecta a los enfermos crónicos, una realidad que ha sido denunciada hasta por los propios especialistas de la salud.
Según reveló a Radio Televisión Martí el doctor Santiago Márquez Frías, de Manzanillo, Granma, la ausencia de tratamiento regular puede llevar a los pacientes con enfermedades cardiovasculares, los diabéticos y los asmáticos, a sufrir un descontrol de sus patologías que puede dar al traste con sus vidas.
En una entrevista concedida en agosto pasado, el experto detalló que la única opción que dan las autoridades a la población es la llamada medicina alternativa, pero en esa provincia “las farmacias que se dedican a la venta de medicina verde no cuentan ni con gran diversidad de medicamentos, ni tampoco con una gran oferta”.
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