Estados Unidos registró el miércoles más de 102 mil nuevos casos de coronavirus, rebasando por primera vez la barrera de los 100 mil casos confirmados en una jornada y estableciendo un récord en los diagnósticos diarios de COVID-19 desde el inicio de la pandemia.
Las cifras, según recuento de la Universidad Johns Hopkins, se registran apenas un día después de las elecciones y en medio del delicado contexto que atraviesa el país, marcado por la incertidumbre de cuál de los dos candidatos arribará primero a los 270 votos electorales para alzarse con la presidencia.
También se reportaron este 4 de noviembre 1 097 muertes relacionadas con el coronavirus.
Recientemente Estados Unidos superó también el récord de 600 000 nuevos casos en una semana, dato que podrían empeorar a medida que se acerca el invierno.
El promedio de siete días para nuevos casos alcanzó máximos históricos en 20 estados que abarcan todas las regiones del país. Los mayores aumentos tuvieron lugar en Colorado, Maine, Minnesota e Iowa, según datos rastreados por The Washington Post. Otros tres estados, Kansas, Nuevo México y Wyoming, también informaron sus recuentos de muertes diarias más altos hasta la fecha.
“Ahora es el momento de desarrollar una estrategia de prueba para maximizar nuestra capacidad de identificar la epidemia silenciosa de infecciones asintomáticas por COVID-19”, escribió Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en Twitter este miércoles.
El tweet generó reacciones y muchos se preguntaron por qué no se había diseñado una estrategia similar antes.
Al momento de redactarse esta nota, el Coronavirus Resource Center de la Universidad Johns Hopkins cifraba en 9.489.468 el total de personas confirmadas con coronavirus en Estados Unidos. Los fallecidos por causas vinculadas con el COVID-19 rebasan los 233 mil.
Aunque la pandemia está lejos de controlarse y en muchas zonas ya se asiste a una segunda ola, el presidente Donald Trump ha venido insistiendo en quitarle hierro a la crisis sanitaria que atraviesa la nación, asegura que están por despedirse del virus y que en ningún caso volvería a cerrar la economía, esto último como promesa si resulta reelecto.
En un informe interno escrito por la doctora Deborah Birx -citado por medios locales- la coordinadora del grupo de trabajo sobre el coronavirus en la Casa Blanca indicó que el país está entrando en la fase “más preocupante y más mortal de esta pandemia”.
Birx explicaba en el documento que la respuesta no iba de confinamientos como los aplicados en marzo y abril, y precisaba que ahora “se trata de un enfoque agresivo y equilibrado que no se está implementando”.
El aviso alarmante de la funcionaria sanitaria se contradice con la actitud del actual presidente, que durante la recta final de la campaña protagonizó maratonianas jornadas con actos masivos en los que muchos de sus seguidores no llevaban mascarilla y donde no se respetaba el distanciamiento social recomendado por los expertos de salud.
En algunos de los actos el presidente estadounidense se burló de su rival, Joe Biden, por llevar siempre mascarilla y organizar eventos en los que no había mucho público.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: