Francisco Luis Manzanet Ortiz es de Baracoa (Guantánamo) y salió de Cuba en 2019 en dirección a Estados Unidos, donde pretende solicitar asilo político. Ahora está en México, escondido. Él considera que su vida corre peligro después de haber sido secuestrado por otro cubano y tres centroamericanos, probablemente procedentes de El Salvador.
Todo ocurrió en la colonia Laderas de San Miguel, de Monterrey, donde Manzanet compartía casa y trabajo en la construcción con un cubano al que todos llaman Pepe.
Todo iba bien, hasta que el pasado 20 de julio, Pepe y tres centroamericanos le quitaron todo el dinero que Manzanet acababa de cobrar por su trabajo y el que tenía ahorrado y lo dejaron dos días encerrado sin comida ni agua en un cuarto. "Todo ese dinero ese cubano me lo arrebató", cuenta a CiberCuba, desde México.
Los secuestradores le dijeron que no denunciara lo ocurrido a la Policía o lo matarían. "Me trancaron en el cuarto por dos días, me amenazaron que me tenía que ir de la colonia y que si yo publicaba algo o hacía algún tipo de denuncia a las autoridades, me dijeron que me podía matar", añade.
"Me dejaron ahí, privado de mi libertad. No podía salir, no podía hacer nada. Me lo quitaron todo. Me despojaron de todo el dinero y también se llevaron un equipo de música que tenía".
Al cabo de dos días, Manzanet fue liberado por vecinos que acudieron al escuchar su reclamo de ayuda. Para entonces los secuestradores ya se habían marchado y a esta hora habrían entrado ya en Estados Unidos.
Francisco Luis Manzanet salió de Cuba el 27 de noviembre de 2019 y el 19 de marzo de este año fue entrevistado en la Oficina Mexicana de Ayuda al Refugiado, donde pidió asilo político sin aportar pruebas de su activismo político en Cuba.
Él asegura haber sido responsable del Movimiento de Derechos Humanos Juan Pablo II, en Baracoa, Guantánamo, y haberse dedicado a la prensa independiente y a colaborar con medios cubanos de Miami.
Su intención es presentar todas las pruebas en Estados Unidos, donde ya estaría viviendo su secuestrador J.C.T.C, alias Pepe, natural de Guane, Pinar del Río.
Manzanet no es el primer cubano víctima de un secuestro en México por parte de un compatriota de la Isla. Maikel Antonio Reyes Echavarría, residente en Mérida, Yucatán, pero nacido en Cuba, fue condenado la semana pasada en México a 75 años de privación de libertad por dedicarse a secuestrar emigrantes cubanos que se dirigen a Estados Unidos.
Si la familia residente en EE.UU. no accedía a pagar de 10 mil a 20 mil dólares por el rescate, el secuestrado moría.
El caso se destapó luego de que una familia de Nevada denunciara a la Policía el secuestro de un allegado procedente de Cuba y raptado en México.
En enero pasado las autoridades mexicanas rescataron a cinco ciudadanos con pasaporte cubano que estaban secuestrados en una misma casa.
Un sicario mexicano reveló en febrero que muchos migrantes cubanos son raptados por organizaciones criminales de la fronteriza Ciudad Juárez, para pedir rescates de hasta 20 mil dólares a sus familiares en Estados Unidos. Si la familia no paga, los envían "a una fosa común".
Además, añadió que los miles de cubanos que permanecen en esa ciudad a la espera de las cortes de asilo en la frontera son una presa fácil para los grupos criminales que operan en la región limítrofe.
El secuestrador explicó que el Protocolo de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), aprobado en enero de 2019 favorece a los grupos que secuestran a cubanos en México porque obliga a que esos cubanos permanezcan en territorio mexicano, mientras se tramita su expediente de asilo en Estados Unidos.
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