El opositor Virgilio Mantilla fue condenado este lunes por las autoridades cubanas a 7 meses de encarcelamiento y considerado culpable del presunto delito de “acaparamiento”.
La policía política ha mantenido incomunicado a Mantilla desde que fue detenido el pasado 7 de diciembre en su casa después de haber aparecido caminando por la ciudad con una camiseta que mostraba su solidaridad con el Movimiento San Isidro.
El opositor comenzó una huelga de hambre el pasado 11 de diciembre para exigir su liberación desde donde se encontraba detenido, lo cual fue respondido por los represores con este juicio por una causa que, según su hijo Lázaro Mantilla dijo a Radio Martí, es “una gran injusticia”.
Hoy martes, el hijo fue notificado de que su padre sería enjuiciado, y pudo verlo por escasos minutos en el Tribunal Municipal de Céspedes en Camagüey. "Está muy delgado, y me dijo que sigue plantado", dijo el hijo al medio cubanoamericano.
También en el día de hoy, el activista Humberto Galindo entregó un Habeas Corpus a favor de Virgilio Mantilla en el Tribunal Provincial de Camagüey, tras lo cual se dirigió a buscar el apoyo de la iglesia católica en el Obispado de la ciudad.
Este también añadió que la policía había entrado en su casa el día de la detención de su padre en busca de “unos pullovers de San Isidro”, pero que en su lugar encontraron solo sus pertenencias y preparativos de Navidad antes de llevárselo.
Activistas del Movimiento opositor Juventud Despierta y la Coalición Unitaria Compromiso Democrático reclamaron su liberación la semana pasada repartiendo volantes por espacios públicos de Villa Clara con el rostro de Virgilio Mantilla.
Anteriormente, el propio opositor había sido detenido por repartir volantes con mensajes de Antonio Maceo y de Carlos Manuel de Céspedes, lo que las autoridades cubanas consideran un peligro.
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