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La administración de Donald Trump terminó el 2020 con la deportación de 48 inmigrantes cubanos, lo que marca un récord histórico de 3.385 personas devueltas a la isla por un presidente estadounidense en casi cuatro décadas.
El Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmó este miércoles la realización del primer vuelo a La Habana con nacionales cubanos bajo orden final de deportación, luego de la reapertura del aeropuerto internacional "José Martí", el pasado 15 de noviembre.
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Es el primer operativo de deportación a Cuba en 10 meses. El último vuelo realizado antes de la pausa decretada por la pandemia se había producido el pasado 28 de febrero, con 119 deportables cubanos a bordo.
En un comunicado enviado a CiberCuba por un funcionario de ICE, la agencia dijo que tras expirar el mandato de la prohibición de viajes del gobierno de Cuba se procedió a reanudar las operaciones de deportación. El primer vuelo fletado con 48 cubanos salió rumbo a La Habana el 29 de diciembre.
La información obtenida por CiberCuba indica que los detenidos se encontraban en centros de inmigración en el estado de Lousiana y en Miami. Un vuelo aparece registrado desde el aeropuerto de Alexandria, Lousiana, con salida a las 9:30 a.m. del pasado lunes.
"Debido a la seguridad operacional, ICE no confirmar la información sobre los centros de detención de donde fueron retirados los ciudadanos extranjeros", dijo un portavoz de la entidad federal.
La declaración agregó que tras los efectos de la pandemia, "ICE trabaja directamente con los gobiernos extranjeros para coordinar el regreso de sus nacionales con órdenes finales de deportación a sus países de origen".
El abogado Willy Allen, que estuvo en contacto con familiares de los deportados, calificó la decisión del ICE como "un hecho penoso e incomprensible".
"Resulta sorprendente que Cuba haya aceptado estos inmigrantes en momentos en que la administración Trump se apresta a incluir nuevamente al país en la lista de patrocinadores del terrorismo", dijo Allen a CiberCuba. "Es triste que esto ocurra en momentos en que el régimen haya recrudecido la represión interna y que los devueltos sean un grupo de jóvenes cuyo único pecado es buscar la libertad en Estados Unidos".
Con el grupo de 48 deportados el lunes, la administración Trump alcanza una cifra sin precedentes en las devoluciones de cubanos desde Estados Unidos.
El reporte estadístico del año fiscal 2020, que concluyó el pasado 30 de septiembre, indican que el ICE deportó a 1,583 cubanos durante ese período, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia. En los cuatro años del mandato de Trump la cifra se eleva a 3,385.
Nunca antes desde la firma del acuerdo migratorio entre Washington y La Habana, en 1984, una administración estadounidense había deportado una cantidad similar de cubanos.
El número es casi cinco veces superior a la suma de las personas retornadas por Barack Obama (341) y George W. Bush (416), que arroja un total de 757.
Con las cifras más recientes, Cuba se sitúa el grupo de diez países adonde Estados Unidos deporta más de inmigrantes indocumentados anualmente. Los cubanos son los nacionales más deportados después de México, Brasil, India, Honduras, Guatemala, República Dominicana, El Salvador y Ecuador.
La lista de países adonde el ICE devolvió inmigrantes indocumentados durante el año fiscal 2020 se eleva a 193.
Más de 41.000 cubanos tienen orden final de deportación en Estados Unidos, aunque solo alrededor de 800 están detenidos en centros de inmigración.
“La expectativa de ICE es que cada país siga cumpliendo con las obligaciones internacionales de aceptar a sus propios nacionales", señaló el comunicado de la agencia.
La cifra de detenidos incluye casos de personas convictas de delitos graves que han agotado sus apelaciones ante tribunales de inmigración para bloquear la deportación, así como de cubanos recién llegados a territorio estadounidense y mantenidos bajo arresto, a pesar de que muchos tienen casos pendientes de asilo político.
En el caso de Cuba, los procesos de deportación se han dinamizado con la administración Trump, que ha cumplido al pie de la letra el acuerdo establecido el 12 de enero de 2017 para modificar la política migratoria entre ambos países, con luz verde para una estrategia más agresiva por parte de ICE.
Tras el acuerdo firmado bajo el mandato de Barack Obama, las autoridades cubanas aceptaron un número mayor de retornos de sus nacionales con orden final de deportación, pero con la condición de que los deportables se determinaran mediante un proceso de “evaluación caso por caso”, sin que se procediera a establecer un canal para deportaciones masivas.
Pero lo que ha quedado claro es que hay áreas de colaboración bilateral que no se han afectado por el recrudecimiento de las sanciones de la administración contra el régimen cubano, como los controles del flujo migratorio en el Estrecho de la Florida, la supervisión antinarcóticos, el escrutinio de documentos judiciales para evitar fraudes con la Ley de Ajuste Cubano, los intercambios profesionales preventivos sobre derrames de petróleo y cuidado del medio ambiente, y el compromiso de las deportaciones continuas hacia la isla.
Los inmigrantes cubanos que entraron al país durante los últimos dos años y tienen pendientes sus solicitudes de asilo pudieran verse perjudicados por una orden ejecutiva el presidente Trump para revertir las decisiones de jueces de inmigración en Estados Unidos.
La orden entrará en vigor a partir del próximo 15 de enero, y busca adelantar la decisión final de los procesos migratorios y facilitar la deportación expedita de inmigrantes al país.
Con la aplicación de la directiva presidencial, la capacidad de discreción de los jueces y sus sentencias podrán ser apeladas y revertidas por la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA).
Allen pronostica que la orden presidencial será cuestionada ante los tribunales federales por grupos defensores de los inmigrantes y abogados de inmigración en los próximos días.
"Si la orden permanece en pie, será cada vez más engorroso para los cubanos recién llegados buscar un remedio para sus casos en los tribunales de inmigración", consideró el abogado.
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