El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado 42 órdenes ejecutivas desde que asumió el poder el pasado 20 de enero.
Las órdenes cubren un amplio rango de cuestiones, desde la lucha contra la pandemia de COVID-19 hasta la desigualdad social motivada por la segregación racial o el cambio climático.
Entre las acciones enfocadas en el tema de la salud, Biden rubricó una “orden ejecutiva para el fortalecimiento de Medicaid y la Ley de Asistencia Asequible”. La inscripción en HealthCare.gov reabrirá a partir del 15 de febrero hasta el 15 de mayo, y las agencias federales deben volver a examinar las políticas que afecten o impidan el acceso a los beneficios de esta legislación.
Además, el mandatario eliminó la “Política de la Ciudad de México”, una medida que impedía a Estados Unidos financiar abortos fuera del país a través de organizaciones no gubernamentales u otras instituciones en terceros países.
En relación con el medio ambiente, el actual inquilino de la Casa Blanca suscribió la “Orden ejecutiva para hacer frente a la crisis climática en el país y en el extranjero”, que persigue devolver a la nación norteña el rol de protagonista en las luchas ecológicas.
Según esta medida, el país volverá a situar la problemática de la protección al medio ambiente como un asunto de seguridad nacional, y el Secretario del Interior tendrá que hacer una pausa en la firma de nuevos contratos de arrendamiento de petróleo y gas natural en tierras públicas o en aguas marinas.
La orden también implica la creación del nuevo cargo de enviado presidencial especial para el clima en el Consejo de Seguridad Nacional y pone en marcha un proyecto de reducción de emisiones dañinas a la atmósfera.
En adición, Biden firmó una orden para restablecer la presencia de Estados Unidos como un integrante del Acuerdo climático de París, suscrito en 2015 por un grupo de naciones comprometidas a trabajar en contra del calentamiento global.
También fue aprobada la “Orden ejecutiva sobre la protección de la salud pública y el medio ambiente y el restablecimiento de la ciencia para hacer frente a la crisis climática”, que canceló las obras en el polémico oleoducto Keystone XL, e intenta revertir más de 100 acciones del exmandatario Donald Trump sobre el medio ambiente.
En cuanto a los temas de equidad social, el presidente también ha sido prolífico. La “Orden ejecutiva sobre el avance de la equidad racial y el apoyo a las comunidades desatendidas a través del gobierno federal” elimina la “Comisión 1776”, un proyecto educacional firmado por Trump que propicia el adoctrinamiento “patriótico” basado en ideas racistas a nivel de la enseñanza elemental.
La “Orden ejecutiva para prevenir y combatir la discriminación por identidad de género u orientación sexual” está diseñada para eliminar la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en los centros de trabajo.
Además, Biden firmó órdenes ejecutivas para reformar el sistema penitenciario y no renovar los contratos federales con las prisiones privadas, para corregir los errores basados en la discriminación del programa de la Ley de Vivienda Justa, para fomentar el diálogo con las comunidades tribales de nativos americanos, y para revertir la decisión de Trump de no aceptar personas transgénero en el ejército.
En cuanto a la economía, el mandatario refrendó órdenes que buscan proteger a los trabajadores federales y sentar las bases para un salario mínimo de 15 dólares; llevar ayuda económica a las familias que tienen dificultades para comprar alimentos, no han recibido los cheques de estímulo o sus integrantes se encuentran desempleados debido al COVID-19; y para extender la pausa de los pagos de los intereses y los préstamos estudiantiles hasta al menos el 30 de septiembre de 2021.
El demócrata también extendió la moratoria sobre los desahucios y las ejecuciones hipotecarias hasta el 31 de marzo, debido a la crisis del coronavirus.
Con respecto al COVID-19, el nuevo gobierno ha sido muy insistente en revertir el mal manejo de la pandemia por parte de Trump.
Por ello, Biden desplegado un conjunto de órdenes ejecutivas que establecen, entre otras cuestiones, restricciones de entrada al país para viajeros provenientes de Brasil, el espacio Schengen, el Reino Unido, Irlanda y Sudáfrica; el aceleramiento de los procesos de fabricación de vacunas, pruebas y suministros médicos de protección personal.
Además, ha ordenado la creación de centros de vacunación comunitarios con apoyo federal y ha llevado a cabo varias acciones para establecer una respuesta federal coordinada a la pandemia, basada en la recopilación de datos científicos.
También firmó acciones para decretar el obligatorio uso de las mascarillas de protección en los aeropuertos y en determinados medios de transporte como trenes, aviones, buques marítimos y autobuses interurbanos, mientras que los viajeros tendrán que presentar una prueba negativa de COVID-19 a su entrada al país.
Biden llevó a cabo varias acciones para lograr que Estados Unidos adquiera liderazgo mundial en colaboración con instituciones internacionales en la lucha contra la pandemia. Por ello, detuvo la retirada del país de la Organización Mundial de la Salud y eligió al Dr. Anthony Fauci como jefe de la delegación ante la dependencia de la ONU.
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