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Estados Unidos se acerca al medio millón de personas fallecidas por coronavirus, aproximadamente un año después de la primera muerte por COVID-19 reportada.
El país alcanzó este domingo 28.129.860 casos confirmados de COVID-19 y 498.901 fallecidos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
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Ningún otro país tiene tantas muertes. La cifra es, incluso, superior a la cantidad de estadounidenses fallecidos en las dos Guerras Mundiales y la guerra de Vietnam juntas.
La cifra también supera la cantidad de personas que murieron en 2019 a consecuencia de distintas enfermedades combinadas. Tal es el caso de derrames cerebrales, Alzheimer, gripes, neumonías y enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores.
“No habíamos pasado por algo así en los últimos 102 años, desde la pandemia de influenza de 1918”, declaró el doctor Anthony Fauci a la cadena CNN. El médico es el principal experto del país en enfermedades infecciosas en Estados Unidos.
El triste hito, sin embargo, llega en un momento esperanzador: los casos de nuevos virus han disminuido drásticamente, las muertes se están desacelerando y las vacunas se están administrando de manera constante.
Pero todavía existe preocupación por las variantes emergentes del virus, y podrían pasar meses antes de que se contenga realmente la pandemia.
En enero de este año, el país alcanzó su pico de contagios, al registrar un récord de muertes diarias por coronavirus con 3.930 fallecidos en 24 horas y más de 250 mil enfermos.
El virus ha llegado a todos los rincones de Estados Unidos, devastando ciudades densas y condados rurales por igual. A estas alturas, aproximadamente uno de cada 670 estadounidenses ha muerto a causa del COVID-19.
En la ciudad de Nueva York, más de 28,000 personas han muerto a causa del virus, o una de cada 295 personas. En el condado de Los Ángeles, que ha perdido a casi 20.000 personas a causa del Covid-19, aproximadamente una de cada 500 personas ha muerto por el virus. En el condado de Lamb, Texas, donde viven 13,000 personas esparcidas en una extensión de 1,000 millas cuadradas, una de cada 163 personas ha fallecido por la pandemia.
California es ahora el estado más golpeado por la pandemia con 49.327 muertos, seguido por Nueva York (46.812), Texas (42.162), Florida (29.906), Pensilvania (23.565), Nueva Jersey (22.858) e Illinois (22.466).
Otros estados con un gran número de fallecidos son Ohio (16.816), Georgia (16.744), Michigan (16.342, sin cambios respecto de la jornada anterior), Massachusetts (15.826) y Arizona (15.505).
En cuanto a los contagios, California suma 3.531.430, le sigue Texas con 2.596.891, tercero es Florida con 1.868.772, Nueva York es cuarto con 1.591.672 e Illinois es quinto con 1.174.332.
A principios de este mes, el condado de Miami-Dade (el de mayor mortalidad en Florida, seguido por Broard) superó la cifra de 5000 muertos por coronavirus desde que la pandemia comenzó a azotar Estados Unidos.
El balance provisional de fallecidos -498.880- supera la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió de que en total podrían morir más de 600.000 personas a causa del coronavirus.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de junio habrán muerto unas 615.000 personas.
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