El Partido Comunista de Cuba (PCC) eligió este jueves a los delegados de su VIII Congreso, a celebrarse entre el 16 y el 19 de abril, y donde se prevé que Raúl Castro se retire de la política y ceda el liderazgo del partido único al actual mandatario, Miguel Díaz-Canel.
Castro y Díaz-Canel formarán parte, junto a otras figuras clave del Gobierno y el Ejército -como José Ramón Machado Ventura, Esteban Lazo Hernández, Salvador Valdés Mesa, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez o el primer ministro Manuel Marrero Cruz- de los delegados del cónclave partidista, informó el diario estatal Granma.
Los precandidatos a delegados habían sido propuestos en las organizaciones de base del Partido, durante reuniones efectuadas a finales de 2020.
Otros dirigentes del PCC, el Gobierno, la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas, completarán el grupo, según Granma, que no especificó el número exacto de delegados.
De materializarse el relevo de Raúl Castro, será la primera vez que un civil esté al frente de la organización política que monopoliza el poder en la isla.
Raúl Castro anunció en el Congreso previo, que ese sería “el último dirigido por la generación histórica” de la Revolución de 1959.
La incógnita es si en este VIII Congreso dicho tránsito de poder incluirá también a varios “históricos” de la Revolución como el número dos del PCC, José Ramón Machado Ventura, de 90 años, y otros veteranos de la cúpula del poder en Cuba.
En la cita debe elegirse la nueva composición de los órganos de dirección del partido único con el detalle de la imposición de los límites de edad máximos para integrarlos, de 60 años para el Comité Central y de 70 para el Secretariado y Buró Político. Esa medida fue aprobada en el pleno del Congreso anterior.
El nuevo Comité Central del PCC, máximo órgano de gobierno del partido entre Congresos, está conformado actualmente por 142 miembros, en tanto el Buró Político -de 17 integrantes- lo conforman apenas 3 mujeres y 4 veteranos mayores de 80 años.
La agenda del VIII Congreso incluye el análisis de los resultados de las reformas económicas planteadas hace una década, el funcionamiento de la organización y otros “asuntos medulares” para el país, según la convocatoria publicada en el portal oficialista Cubadebate.
Cuando planteó las reformas económicas para superar la crisis y actualizar el modelo económico socialista, Raúl Castro acotó que este proceso sería “sin prisas, pero sin pausas”. Añadió que el ritmo de las mismas dependería del “consenso” que se lograra dentro de la sociedad.
Dichas reformas dieron paso a la aparición y posterior expansión del sector privado (cuentapropista) pero con limitaciones en actividades en sectores como salud, prensa, extracción de petróleo, carbón y minerales, así como ingeniería, arquitectura o abogacía, entre otros.
También será una ocasión para revisar el proceso de unificación de las dos monedas que circulaban en la isla desde hace 20 años: el peso cubano (CUP) y el peso convertible (CUC), a fin de restablecer el valor del peso cubano y de sus funciones como dinero.
La medida entró en vigor finalmente el pasado 1 de enero y, a juzgar por las reacciones de la población, no ha sido muy bien recibida.
Dos meses después de implantada, la unificación monetaria ha sacado a la luz problemas como las distorsiones salariales, los numerosos subsidios, el aumento de los precios en establecimientos estatales y privados, o la insatisfacción con los salarios, según reconocieron las autoridades durante el Consejo de Ministros de este jueves.
El VIII Congreso del PCC también sesionará en un complejo panorama epidemiológico. Hasta el momento, el país acumula 53.308 pacientes y 336 fallecidos desde el comienzo de la pandemia el 11 de marzo pasado.
La tercera y más intensa ola de COVID-19 ha provocado el retroceso en la desescalada en casi todo el país y medidas como la reducción de vuelos, el cierre de los centros educativos, bares, restaurantes y playas, y restricciones en el horario del transporte público.
A ello se suma el agravamiento de la crisis económica, que se refleja en el desabastecimiento de productos de primera necesidad y el malestar de las personas que deben hacer largas colas para adquirir los disponibles en las tiendas estatales o, por el contrario, comprarlos a precios astronómicos en Internet.
El último cónclave de los comunistas cubanos se celebró en abril de 2016, cuando Raúl Castro recibió de su hermano Fidel -fallecido en noviembre del mismo año- el relevo como primer secretario de la formación partidista.
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