La historia de amor entre el futbolista Iker Casillas y la periodista Sara Carbonero, que saltó a las retinas del público con un beso televisado en zona mixta tras el partido final del Mundial de Sudáfrica 2010, ha llegado a su fin, según revelaron este viernes los protagonistas en sendas publicaciones de Instagram.
Aquel día la selección española había conquistado ante Holanda (1-0) su primera y única Copa del Mundo, gracias al decisivo gol de Andrés Iniesta y a una legendaria atajada del portero de Móstoles frente a un fugitivo Arjen Robben, y no parecía que faltara ningún ingrediente.
Durante la sesión de entrevistas rápidas para Telecinco tras la ceremonia de premiación, Carbonero preguntó a Casillas —por entonces el mejor portero del mundo, y actualmente considerado uno de los mejores de la historia— a quién quería agradecer en ese momento. El meta que debutó con el Real Madrid siendo apenas un “chaval” del Instituto respondió que a sus padres, a su hermano… “y a ti”.
El beso fugaz y trastabillante que siguió, la escapada de Casillas y el desasosiego de Carbonero en las pantallas de la península ibérica y de todo el mundo se convirtió en un momento icónico en el extasiado universo de la “farándula” y el “entretenimiento”, y de las páginas deportivas.
Sobrevinieron entonces, a lo largo de estos años, infinidad de regurgitaciones televisivas, una gran profusión de tinta y muchísimas entradas en la web puesto que en ese instante se enamoró un país, según el dictado estremecido de la “prensa del corazón”.
Aquel beso quedó prendido para siempre, como guinda lírica, de la epopeya futbolística que había soñado España durante al menos un siglo.
Ya lo adelantaba hace apenas un par de días la revista Lecturas, aunque Hola se apresuró a citar a una fuente cercana que aseguró seguirán viviendo juntos. Lo cierto es que el “amor de pareja” entre Iker Casillas y Sara Carbonero “toma caminos distintos”.
La noticia llega luego de una década en que formaron una familia en Madrid y en Portugal, donde recaló el mítico portero luego de su intempestiva salida del Real Madrid hacia el Porto.
“Tanto Iker como yo nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión”, se lee en el Instagram de Carbonero, donde solo cambia el nombre al principio del post con respecto a lo publicado por el deportista.
“Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos pero no lejanos puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho”, continúa. “Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo”.
“El respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre”, aseguraron ambos. “Nuestra prioridad es desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable.”
“Con estas palabras pedimos que por favor se respete nuestra intimidad en este momento de cambio. Estas serán las únicas palabras públicas que realizaremos en el presente y en el futuro. Muchas gracias por vuestra comprensión”, concluyeron.
En mayo de 2019, Iker Casillas —campeón del mundo y dos veces de Europa, multicampeón de la Liga de Campeones, así como de las ligas y copas de España y Portugal— debió abandonar la disciplina del F.C. Porto tras sufrir un infarto durante un entrenamiento. Al año siguiente anunció su retirada oficial del deporte activo.
Más tarde ese mismo mes, Carbonero anunciaba que padecía un cáncer de ovario del cual fue operada a las pocas semanas, y que después le obligó a seguir tratamiento de quimioterapia.
Casillas (1981) y Carbonero (1984) se conocieron en la Copa Confederaciones de 2009 y se casaron en secreto en 2016, tras más de un lustro de relación. Tienen dos hijos en común, Martín y Lucas.
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