Campesinos cubanos de Sancti Spíritus, en el centro de la isla, se quejan de que el incremento de las facturas de electricidad repercute negativamente en los niveles de producción agropecuaria de la provincia.
En la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Juan Darias, de Jarahueca, pagaron en enero una factura de 141.000 pesos cubanos, lo que estremeció a todos los productores en medio de la campaña de frío y la etapa de sequía.
Uno de los productores, Reinel Tomé Santos (Araña), explicó al periódico local Escambray que ese gasto se generó usando el sistema de riego solo 60 horas en todo el mes y con solo tres de los cinco regadíos que tiene la cooperativa.
“Antes, regando con los cinco sistemas y muchos días al mes, oscilé entre los 10 000, 15 000 o 20 000 pesos cuanto más; ahora la corriente subió demasiado", agregó el campesino espirituano.
Como resultado, los cálculos preliminares revelan que el gasto de electricidad más los insumos y jornales no permitirán alcanzar rendimientos productivos.
"Por ejemplo, la producción en una caballería (13.42 hectáreas) de frijol, que rinda a una tonelada por hectárea puede aportar 360 000 pesos, pero a los precios de hoy cuesta 440 000 pesos, hay 80 000 pesos de pérdida”, significó Tomé Santos.
El incremento en el precio de la electricidad para regar cultivos de frijol, maíz, soya, chícharo verde y otros granos puede tener un impacto negativo en la ya deprimida agricultura nacional, que importa la mayoría de esos productos en grandes cantidades para el consumo animal y social.
“Aquí todos hemos seguido con los cultivos, esperamos que este asunto lo estén revisando porque estamos obligados al riego en la campaña de frío", explicó el veterano agricultor.
La situación generó cierto estado de inseguridad en esos campesinos de Sancti Spíritus, quienes declararon a la prensa local que de no buscarse una solución urgente en el tema del pago de la corriente no tienen otra alternativa que entregar los regadíos a la Empresa Agroindustrial de Granos Valle de Caonao, que al parecer fue la que instaló la tecnología con el fin de incrementar la producción.
“Aquí estoy regando el maíz y tengo en el bolsillo una factura de 100.000 pesos entre corriente e insumos, si eso no disminuye, no me va a quedar otra opción que dejarla”, señaló el productor William León Hernández, quien desde octubre ha hecho tres siembras (una de frijol y dos de maíz) perdiendo las dos primeras y si los gastos siguen disparados ·hay que guindar los guantes”.
Sin embargo, a los productores agrícolas de la CCS Juan Darias lo que más les preocupa y molesta es la potestad que tiene la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus para acceder a la cuenta bancaria de la cooperativa y cobrar la factura sin que antes ellos puedan conciliar con la entidad.
"No se debe permitir que se aborde una cuenta sin antes tener una conciliación y analizar las discrepancias que tengamos”, subrayó Aldo Fortaín Sánchez, presidente de la CCS.
La situación afectó también a los ganaderos de la provincia, quienes tienen a los animales literalmente a dieta porque procesar el king grass o la caña de azúcar con la máquina forrajera se vuelve insostenible, según contó Ana Julia Álvarez Rey, integrante de la CCS Mártires de Taguasco, en el municipio de Cabaiguán.
“En enero me llegó la tarifa con 17 324 pesos, antes pagaba 600, 800 pesos; esa cifra todavía me estremece, es que ni vendiendo un toro genético todos los meses llego a ese pago", mencionó la campesina que confiesa no poder asumir esos gastos.
Estos dos ejemplos son resultado de la llamada tarea Ordenamiento, un polémico programa económico gubernamental que incrementó el precio de productos y servicios, y propone eliminar la dualidad monetaria y los subsidios en Cuba.
Como parte de estas propuestas, uno de los precios que más impactó a la población fue el de la electricidad, que tras una revisión estatal se decidió realizar un reajuste en los tramos por los cuales se cobra el servicio, incluso con posibilidades para el sector privado, que podrá contratar una tarifa diferente a la que se ofrece al sector residencial.
Marino Murillo Jorge reconoció públicamente en el espacio Mesa Redonda que fue un fracaso económico con mucho descontento en la población, por tanto se han visto obligados a rectificar al menos 67 de las medidas vigentes desde el pasado enero.
Los productores de alimentos, como la leche y el arroz, recibirán "próximamente" un anuncio estatal con medidas que les podrán resultar beneficiosas, las cuales se sumarían a la rebaja del 60% que tuvieron los precios de venta de pienso a los productores de carne de cerdo que, rechazaron la oferta inicial.
Desde que arrancó la llamada Tarea Ordenamiento varias han sido las quejas en el sector agropecuario de Cuba, quienes aluden que la medida no permite a veces ni pagar el salario mínimo.
Ejemplos son el organopónico Arcoiris y la finca Néstor de Arangure, pertenecientes a una Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) de Habana del Este, donde sus trabajadores se quejaron de la afectación económica que suponen los nuevos cambios.
"Antes de la Tarea Ordenamiento, lo que cobraban satisfacía en cierta medida las necesidades pues estaba por encima de muchos salarios estatales, con las nuevas medidas que conllevan el alza de precios en productos y servicios, el ingreso es insuficiente", explicó a la Agencia Cubana de Noticias Idelvis Bombino Bravo, representante del organopónico Arcoiris.
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