El proyecto documental La Naturaleza Secreta de Cuba reconoció en redes sociales el trabajo de los obreros que instalaron los andamios para la restauración de la cúpula del Capitolio de La Habana.
Una publicación en Facebook reveló imágenes de los arriesgados obreros en plena faena, mientras subrayó que no solo los restauradores, quienes adquieren más visibilidad, sino también las personas que trabajaron en las alturas para colocar los andamios “son protagonistas” de la ardua obra de restauración.
“Ellos no conquistan muchas veces los titulares de prensa, pero también son protagonistas de la historia, en este caso de la restauración del Capitolio Nacional, donde la colocación de los andamios y las falsas obras para llegar a lo que debía restaurarse fue tan meritorio como la propia restauración”, asegura el post.
La publicación dedicó unas palabras a los restauradores, “que con una destreza y paciencia infinitas devuelven el esplendor a aquello que aparentemente lo ha perdido”.
En las fotos puede verse la estructura creada por estos obreros, se trata de una armazón de andamios en forma de caja, cubierta de cerca de alambre, que permitía el tránsito seguro por las alturas de la cúpula dorada gracias a la técnica de pan de oro aplicada sobre su superficie.
Inaugurado en 1929 durante el mandato del presidente Gerardo Machado, el Capitolio fue diseñado para acoger las cámaras del Congreso de la República de Cuba. Pero después de 1959 fue disuelto el Congreso y el edificio pasó a ser la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba.
En 2010, las autoridades cubanas comenzaron su restauración, una tarea ciclópea que ha durado hasta la actualidad con el objetivo de volver a convertir el edificio en la sede del Parlamento (Asamblea Nacional) de Cuba.
La Asamblea Nacional se mudó nuevamente al edificio en 2013, aunque la restauración total aún continúa. Para el 500 aniversario de La Habana, las autoridades comenzaron a develar la cúpula dorada al público, previamente cubierta durante el periodo de restauración.
Según el fallecido historiador de La Habana, Eusebio Leal, sobre la cúpula fueron aplicadas “las láminas de oro, tal y como fue concebida en sus orígenes". Leal dijo a la agencia de noticias EFE que esto fue posible gracias a más de 20 especialistas rusos, quienes "conocen como pocos el arte de dorar metales, como se muestra en las iglesias y catedrales rusas".
La costosa restauración, que incluyó también la colosal estatua interior de la República con láminas de oro de 24 quilates, fue posible gracias a una donación de Moscú por el aniversario 500 de La Habana.
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