José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y el joven activista Liusban John Utra recibieron este domingo atención médica debido al agravamiento de sus respectivas condiciones de salud tras 16 días en huelga de hambre junto a decenas de otros miembros de esa organización.
Ambos hombres fueron atendidos por la doctora Nelva Ismarays Ortega, esposa de Ferrer, en la sede de UNPACU, en el reparto Altamira, Santiago de Cuba, donde se mantienen en inanición como protesta pacífica a raíz del cerco policial establecido para evitar que los activistas sostuvieran allí un programa de ayuda (comida y medicamentos) a personas vulnerables de la comunidad.
“Soy @NelvaIsmarays. Acabo de ponerle una inyección de Dipirona a @jdanielferrer para aliviar los dolores que está sintiendo en los riñones (región lumbar). De continuar también los dolores estomacales, le pondré una inyección de cimetidina”, informó Ortega a través de Facebook, junto a la etiqueta #HuelgaDeHambreContraLaRepresión.
Unos minutos más tarde, el mismo perfil en la red social —correspondiente a un usuario identificado como exprisionero político cubano en el exilio— informaba: “Acaban de poner suero al huelguista Liusban John Utra por su delicado estado de salud. Lleva 16 días en la #HuelgaDeHambreContraLaRepresión. Otros hermanos también en estado muy preocupante. El cerco y la represión cumplen hoy 20 días. 40 activistas mantenemos la huelga de hambre”.
“Se encuentra con mucho debilitamiento, bastante decaído”, comentó sobre Utra la doctora Ortega, quien detalló su cuadro físico: “pérdida de peso, pérdida del equilibrio, presenta mareos, presenta muchos calambres…”.
Según el parte médico, el paciente sufre, además, dolores de cabeza y en la zona de los riñones y el estómago.
Utra, tendido sobre una cama en la sede de UNPACU, recibió un suero de cloruro de sodio, pues tenía la tensión arterial y la frecuencia cardiaca “muy bajas”.
“Él no ha logrado, en el día de hoy, levantarse por la debilidad”, finalizó Ortega.
También el hijo de José Daniel Ferrer, del mismo nombre, ha presentado “fuertes dolores” renales tras más de 15 días en huelga; por ello se le administró una inyección de diclofenaco de sodio, informó la activista Ana Belkis Ferrer García, hermana del principal dirigente de UNPACU.
En las primeras horas de este domingo, los huelguistas fueron objeto de un acto de repudio, que incluyó apedreamientos contra la sede de la organización, mientras se encontraba sin servicio de Internet.
“Hace unos minutos agentes de la dictadura Castro comunista comenzaron terrorífico acto de repudio contra los activistas en huelga de hambre. Están apedreando fuertemente la vivienda”, comunicó igualmente Ana Belkis Ferrer.
Más tarde este domingo, un grupo de emigrados cubanos se manifestaron en Miami para respaldar a los 40 opositores que sostienen la huelga de hambre, que comenzó como una iniciativa de cuatro personas, pero con los días —según la propia organización— llegó a sumar más de 60.
En un editorial publicado esta semana, The Washington Post sostuvo que la huelga de UNPACU debía ser vista, no como una amenaza al régimen cubano, sino como un síntoma de la crisis económica y política en que está sumido el país caribeño.
“El señor Ferrer había convertido la sede de la UNPACU en un banco de alimentos y en consultorio médico para alrededor de 200 residentes, que fueron acosados e interrogados por la seguridad del Estado por usar la instalación”, subrayó el influyente periódico estadounidense.
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