Lis Cuesta, esposa del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, trabaja para traer a Cuba la próxima edición del Festival italiano San Remo Music Awards.
Cuesta, coordinadora del Comité de Eventos del Ministerio de Cultura, relacionó la celebración de este “ambicioso y seductor proyecto (...) de traer San Remo a Cuba”, con la posibilidad de hacerlo presencial ya que las autoridades del país han anunciado que la población cubana estará vacunada íntegramente para finales de año.
“Aspiramos a un San Remo presencial”, declaró la primera dama confiada en que sus candidatos vacunales -que ya se están inoculando de forma masiva- serán suficiente garantía para celebrar eventos multitudinarios en un país que en estos momentos atraviesa por su peor momento de contagios y fallecimientos a causa del coronavirus.
Previsto para celebrarse del 16 al 21 de noviembre de 2021, el festival San Remo Music Awards representa para Cuesta la oportunidad de acercar la cultura italiana a la cubana, desde “esa latinidad que nos une”, expresó.
Por su parte, Nicola Convertino, patrón del San Remo Music Awards, expresó ante la prensa que “Cuba es un país que nos queda bien cerca en cuestiones de sentimientos humanos y reconocemos el potencial cultural de la Isla que tiene a numerosos artistas de prestigio internacional”.
“También pensamos que es un mercado emergente atractivo, con buenas posibilidades de establecer relaciones bilaterales en múltiples negocios a mediano y largo plazo”, añadió Convertino en conferencia de prensa celebrada en el Hotel Nacional en La Habana este miércoles, que devino lanzamiento oficial del evento.
El festival italiano, que ha lanzado a artistas como Laura Pausini, celebrará así su primera edición en Iberoamérica. Según Cubadebate, el festival sesionará en el teatro Karl Marx y buscará nuevos talentos de la interpretación en Cuba. Además, se realizarán eventos paralelos desde el Hotel Nacional que conectarán moda, gastronomía e intercambios de negocios.
Hasta el momento han confirmado su participación figuras como Fiorella Mannoia, considerada un peso pesado de la cancionística italiana. Y entre los que llegarán del mundo de la moda, mencionó a Sarli y Balestra. Más allá de la música, la idea que impulsa el Festival es la de dar a conocer la filosofía de vida y la cultura de Italia por otras geografías del orbe, a través de la música, la gastronomía y la moda.
Organizado por el Ministerio de Cultura, a través de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), la cita cultural es auspiciada por el Instituto Cubano de la Música y la Cámara de Comercio de Cuba, así como por los ministerios de Turismo, y de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Para el director de la Egrem, Mario Escalona, se trata de una oportunidad que permitirá “generar nuevos espacios y construir sinergias” y “mostrar las fortalezas de nuestro arte”. Para la esposa de Díaz-Canel será la ocasión de volver a demostrar su “talento” para la organización de eventos.
En enero del pasado año, la Primera dama de Cuba presidió un banquete en La Habana, en medio de la escasez alimentaria que padecían los cubanos por la llamada "coyuntura" económica. El evento Cuba Sabe pretendía rescatar la cultura culinaria de la isla en medio de una escasez creciente de alimentos y tras décadas de un racionamiento que desarboló la tradición culinaria de la isla.
En su primera entrevista luego de ser designado como gobernante, Díaz-Canel dedicó unas palabras a su esposa Lis Cuesta Peraza, confesando que le pide criterios sobre los discursos que redacta.
"Le pido opinión sobre ideas que tengo, sobre cosas que quiero proyectar, le pido criterio sobre cómo redacté un discurso o no, cómo llegar con una idea y siempre de eso recibo un tremendo apoyo", reconoció Díaz-Canel.
En abril de 2019, Cuesta estuvo involucrada en la organización de otro evento estrafalario, una cena organizada por la franquicia francesa Le Dîner en Blanc en colaboración con la Agencia de Turismo Cultural Paradiso, que dirigía la Primera dama, y que había organizado el Gastrocult Cuba 2019.
La lógica eventos como estos es la misma que anima el Festival del Habano o el desfile de Chanel que se realizó en el Prado habanero. Movidos por la necesidad de aparentar normalidad y buen clima para los negocios, la sociedad cubana se estratifica a pasos agigantados y se agranda la brecha de oportunidades entre unos ciudadanos que pueden acceder a estas iniciativas elitistas y otros que se quedan a ver pasar los bocados gourmet desde la barrera del NTV.
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