La periodista independiente cubana Miriam Celaya denunció la situación de “un anciano enfermo, sin techo y sin cuidados” que duerme en un portal de la avenida Carlos III en La Habana y, por extensión, “la indignidad de las instituciones” que deben responsabilizarse de ese hombre desamparado.
“Me lo he pensado mucho para hacer esta fotografía por respeto a la dignidad de un hombre que sufre”, escribió este viernes Celaya en Facebook, “pero finalmente he decidido hacerla, sin mostrar su rostro, para denunciar la indignidad de las instituciones de un (des)gobierno y de un sistema 'socialista' que se autoproclama el más humano y solidario del planeta y donde, además, el cinismo del discurso oficial sigue repitiendo que aquí 'nadie' va a quedar desamparado”.
Junto a la instantánea de un hombre negro que duerme en el suelo, Celaya tituló su publicación con una pregunta a todas luces retórica: “¿Nadie quedará desamparado?”.
En seguida explicó que “esta imagen no fue tomada en Haití ni en una favela de Río de Janeiro ni en ningún país capitalista donde —según reza la doctrina marxista — 'el hombre es el lobo del hombre'.
“No”, sostuvo. “Este triste espectáculo de un anciano enfermo, sin techo y sin cuidados, cuya bolsa colectora de orina descansa sobre el suelo, sujeta a una sonda, la acabé de tomar hace unos minutos en los bajos del edificio donde vivo, en plena avenida Carlos III, en el centro de la capital cubana”.
La historiadora del arte y exinvestigadora de la Academia de Ciencias de Cuba afirmó que el hombre tiene desde hace unos meses ese portal abierto como “refugio habitual”: “Sea cual sea su historia”, dijo, “debería tener al menos el derecho a descansar en la comodidad de una cama y en la seguridad de una institución que se encargara de su higiene, su alimentación, su precaria salud”.
“¿Acaso no fue para humildes como él para quienes se hizo la revolución castrista?”, se preguntó la periodista, colaboradora de Cubanet y autora del blog Sin Evasión (2008-2010).
“Cada anochecer, cuando bajo a botar la basura”, relató a continuación Celaya, “me lacera esta escena terrible en una ciudad azotada por la pandemia, encerrada en un toque de queda, ajena a este infeliz que duerme sobre un duro quicio de losa”.
Antes, Celaya ha denunciado en redes sociales otras situaciones de la vida diaria en Cuba, como, por ejemplo, la inflación en los precios de los agromercados habaneros.
En marzo de 2016, Miriam Celaya integró el grupo de 13 disidentes políticos y miembros de la sociedad civil que se reunieron en la capital cubana con el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para explicar la situación de los derechos humanos y ciudadanos en momentos en que progresaba el deshielo entre Washington y La Habana.
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