BOGOTÁ, 6 mayo (Reuters) - Las protestas en Colombia marcaron el jueves su noveno día, con grupos más pequeños de manifestantes en ciudades como Bogotá y Medellín, mientras que sectores de la industria y autoridades reportaron escasez de gasolina y alimentos en algunas zonas del país a consecuencia de los bloqueos de carreteras.
Las protestas, convocadas inicialmente para rechazar un plan de reforma fiscal ya retirado por el gobierno del presidente Iván Duque, se transformaron en una demanda para exigir acciones contra la pobreza, el desempleo, la violencia policial, además de mejoras a los sistemas de salud y de educación.
Las manifestaciones han sido empañadas por la violencia y al menos 24 personas, en su mayoría manifestantes, han muerto. Organizaciones internacionales como la ONU y la Unión Europea criticaron el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.
Tres personas fueron baleadas en la pequeña ciudad de Pereira el miércoles en la noche y las autoridades de policía ofrecieron una recompensa de hasta 50 millones de pesos (alrededor de 13.000 dólares) por información que conduzca a la identificación, ubicación y captura de los responsables.
En Bogotá, un grupo de cientos de manifestantes, en su mayoría jóvenes, bloqueó intermitentemente la principal autopista en el norte de la ciudad, animando a los vehículos detenidos a tocar la bocina en señal de apoyo.
"Estoy protestando por nuestros derechos, la comida y los servicios siempre van subiendo y lo que uno gana no alcanza", dijo la estudiante Alejandra Cortes, de 27 años.
La violencia policial durante las protestas también empujó a la calle a los manifestantes.
"Estoy inconforme con los asesinatos, no hay garantías cuando estás ejerciendo tu derecho pacíficamente", afirmó el estudiante de derecho Andrés Villalba, de 19 años, quien expresó su simpatía por los integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD) y dijo que "también tienen miedo" pero tienen que seguir órdenes.
El ESMAD fue señalado por la Defensoría del Pueblo como presunto responsable de 11 de las 24 muertes confirmadas oficialmente.
ESCASEZ DE GASOLINA Y ALIMENTOS
El grupo local de defensa de derechos humanos Temblores reportó 37 muertes relacionadas con las manifestaciones, mientras que Human Rights Watch (HRW) dijo que hasta ahora había confirmado que 11 decesos estaban relacionados con las protestas, de un total de 31 que se le habían comunicado.
Después de una violenta noche en Bogotá a principios de la semana, las manifestaciones fueron más pacíficas, dijo el jueves la alcaldesa Claudia López.
"Hemos tenido un día mucho más tranquilo", aseguró López en un comunicado en que reveló que otros 23 civiles y seis policías resultaron heridos, pero que las lesiones parecían leves.
Pequeños grupos de manifestantes también marcharon en Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia, pero se disiparon en medio de fuertes lluvias, dijo a Reuters un portavoz de la oficina del alcalde.
Pese a un descenso de la tensión, la prolongación de las protestas interrumpió el suministro de gasolina en todo el país, reveló en un comunicado la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo).
"Hemos evidenciado desabastecimiento de combustibles como consecuencia del Paro Nacional", dijo Fendipetróleo que mencionó ciudades como Armenia, Cali, Florencia, Ibagué, Neiva, Pasto, Pereira, Popayán, Quibdó y Villavicencio, además de municipios de varios departamentos.
Imágenes publicadas en las redes sociales mostraron largas filas de vehículos tratando de abastecerse de gasolina en la ciudad de Cali, el epicentro de las protestas con actos de vandalismo, saqueos y enfrentamientos entre algunos manifestantes y la policía.
Las autoridades también reportaron desabastecimiento y alzas en los precios de los alimentos en algunas ciudades capitales.
El Gobierno tiene previsto reunirse el lunes con los dirigentes de las protestas como parte de un diálogo que permita un consenso que ponga fin a las manifestaciones.
(Reporte de Oliver Griffin y Julia Symmes Cobb. Reporte adicional de Luis Jaime Acosta, Editado por Javier Leira y Manuel Farías)
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