(Reuters) - La escasez de gasolina que afectó a la costa este de Estados Unidos la última semana se aliviaba lentamente este domingo, mientras la mayor red de oleoductos del país se recuperaba de un devastador ciberataque.
El cierre de seis días de duración del sistema de 8.900 kilómetros de Colonial Pipeline fue el ciberataque más disruptivo en los registros, al impedir que millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación llegaran a los tanques de combustible en todo el este del país.
Miles de estaciones de servicio se quedaron sin abastecimiento por la falta de suministros. Los conductores, temerosos de una escasez prolongada, llenaban sus tanques de gasolina.
Las refinerías y distribuidoras de combustible se apresuraban para recuperarse antes del fin de semana largo por el Día de los Caídos, a fines de mayo, que tradicionalmente marca el inicio del período del verano boreal en el que la demanda aumenta por el mayor flujo de viajes en auto.
"Colonial Pipeline actualmente está enviando a un ritmo normal", dijo el portavoz de la compañía Eric Abercrombie en un mensaje de correo electrónico. "Pasará algún tiempo hasta que la cadena de suministro se normalice por completo".
En Washington, D.C., alrededor del 80% de las estaciones de servicio estaban vacías, de acuerdo con la firma de rastreo GasBuddy.
En otras partes, más de la mitad de las estaciones seguían sin operar en Carolina del Norte, mientras que menos de la mitad de las gasolineras carecían de combustible en Carolina del Sur, Maryland, Virginia y Georgia, según datos de GasBuddy.
(Reporte de Laila Kearney y Stephanie Kelly en Nueva York; editado en español por Gabriel Burin)
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