Comité para la Protección de los Periodistas: Deben liberar ya a Mary Karla Ares

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) en las Américas, una organización no gubernamental internacional, continúa exigiendo la liberación de la periodista cubana Mary Karla Ares, arrestada durante la protesta del 30 de abril en la calle Obispo, en La Habana, en solidaridad con Luis Manuel Otero Alcántara.

“¿Sabías que en las Américas hay una periodista presa sin juicio desde hace 17 días? Es ella. Mary Karla Ares. 29 años de edad”, escribió la organización en Twitter.

“Está presa desde el 30 de Abril en #CUBA. Deben liberarla ya!”, enfatizó la publicación.

“Las autoridades deben liberar inmediatamente a Mary Karla Ares, poner fin a la investigación penal contra ella, y garantizar que ella y todos los demás periodistas cubanos puedan ejercer la profesión con libertad”, agregó la organización en otro tuit sobre Ares.

La periodista y también activista animalista fue arrestada el 30 de abril durante la protesta, y desde entonces ha permanecido detenida en la estación policial de 7ma y 62, en el municipio Playa, donde tuvo que pasar su cumpleaños 29 recientemente.

Gracias a la periodista, quien filmó en directo a través de la cámara de su móvil, la protesta pudo ser documentada, lo que ha valido por parte de la policía cubana una acusación falsa de “desorden público”.

Hasta el momento, todas las solicitudes legales de cambio de medida o habeas corpus con respecto a Ares han sido negadas por los tribunales de la isla.

Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch también se han pronunciado por su liberación.

Al momento de su detención, la joven era colaboradora del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), que también ha denunciado enérgicamente su encarcelamiento.

Recientemente, los padres de Ares dijeron a los periodistas que ella estaba sufriendo dolores por un padecimiento agravado a causa de las pésimas condiciones del recinto en el que se encuentra detenida, donde duerme en el suelo y no tiene acceso a medicamentos.